Tensión y enfrentamientos en asamblea ciudadana de Marjorie Taylor Greene en Georgia: manifestante es sometido con pistola eléctrica

Una asamblea ciudadana convocada por la congresista republicana Marjorie Taylor Greene en Acworth, Georgia, se transformó en escenario de intensos enfrentamientos entre manifestantes y la policía local, dejando como saldo al menos dos personas sometidas con pistolas eléctricas y tres detenidos, en un evento que pretendía ser un espacio de diálogo pacífico pero terminó marcado por la confrontación y la polémica.

Un inicio accidentado y protestas desde el primer minuto

La reunión, celebrada en el Acworth Community Center, comenzó con la presencia de decenas de simpatizantes de Greene, pero también con la asistencia de numerosos opositores que, apenas la congresista tomó la palabra, iniciaron interrupciones y consignas en rechazo a sus posturas políticas y su respaldo al expresidente Donald Trump. En cuestión de minutos, la policía tuvo que intervenir para retirar a los primeros manifestantes, lo que desencadenó una serie de incidentes a lo largo de la noche.

Uso de la fuerza y detenciones

Uno de los momentos más tensos ocurrió cuando un manifestante, vestido con sudadera negra, se resistió a ser desalojado por al menos cinco agentes. En medio de forcejeos y gritos, la policía utilizó una pistola eléctrica (taser) para someterlo, hecho que fue captado en video y generó reacciones encontradas entre los asistentes: algunos aplaudieron la acción policial, mientras otros la condenaron como un uso excesivo de la fuerza. Minutos después, otro asistente también fue sometido con un taser tras resistirse a la expulsión.

En total, al menos seis personas fueron retiradas del recinto, y tres de ellas terminaron arrestadas. Dos enfrentan cargos por obstrucción y agresión simple contra agentes del orden, mientras que un tercero fue acusado de lenguaje vulgar y desorden público, según informó la policía de Acworth.

Reacciones de Greene y ambiente polarizado

Lejos de condenar los hechos, la congresista Greene agradeció públicamente a la policía y celebró la expulsión de los manifestantes. “Me alegra que los hayan sacado. Eso es exactamente lo que quería ver”, declaró ante la prensa al finalizar el evento, insistiendo en que “esto no es un mitin político ni una protesta, es una asamblea ciudadana”. Greene también reiteró que había un espacio designado fuera del recinto para quienes quisieran manifestarse, defendiendo el derecho a la protesta pero exigiendo orden dentro del evento.

Mientras tanto, afuera del centro comunitario, decenas de personas se congregaron con pancartas y consignas, en una muestra más del clima de polarización que rodea a la figura de Greene y a la política estadounidense actual.

Contexto y repercusiones

Este episodio se suma a una serie de asambleas públicas recientes en Estados Unidos donde legisladores han enfrentado protestas y cuestionamientos directos de sus electores, reflejando el creciente descontento y la crispación social en torno a temas como la economía, la inmigración y el rumbo del país. La actuación de la policía y la respuesta de Greene han generado debate sobre los límites de la protesta y el uso de la fuerza en espacios públicos.

La asamblea, que pretendía ser un ejercicio de diálogo democrático, terminó evidenciando la profunda división y la tensión que atraviesan a la sociedad estadounidense, especialmente en torno a figuras políticas tan controvertidas como Marjorie Taylor Greene.