Acuerdo entre Reino Unido y Mauricio sobre las Islas Chagos desata controversia
El 22 de mayo de 2025, el primer ministro británico Sir Keir Starmer firmó un acuerdo histórico para transferir la soberanía de las Islas Chagos a Mauricio, a cambio de un pago anual de £101 millones, mientras el Reino Unido mantiene un arrendamiento de 99 años sobre la base militar de Diego García. El pacto, presentado como una medida para salvaguardar la seguridad nacional británica y la cooperación estratégica con Estados Unidos, ha provocado una fuerte reacción tanto en el ámbito político como social.
Detalles del acuerdo y contexto estratégico
- El acuerdo estipula que Mauricio recibirá la soberanía formal del archipiélago, pero el Reino Unido conservará el control operativo de la base de Diego García, considerada vital para operaciones militares estadounidenses y británicas en el Índico y otras regiones.
- Diego García ha sido utilizada desde la Guerra de Vietnam y más recientemente para operaciones en Oriente Medio y África. Su importancia estratégica ha sido subrayada por ambos gobiernos.
- El Reino Unido pagará a Mauricio £101 millones anuales (aproximadamente €120 millones) como parte del acuerdo de arrendamiento de la base militar.
Oposición y desafíos legales
- Horas antes de la firma, un juez del Tribunal Superior británico emitió una orden judicial que bloqueó temporalmente el acuerdo, en respuesta a demandas presentadas por miembros de la comunidad chagossiana desplazada, quienes alegan no haber sido consultados y ven vulnerados sus derechos como ciudadanos británicos.
- Figuras como Bertrice Pompe y Misley Mandarin, descendientes de los habitantes originales expulsados en los años 60 y 70 para construir la base, han denunciado que el acuerdo ignora la reparación histórica y el futuro de su comunidad.
- Organizaciones internacionales como la ONU y la Corte Internacional de Justicia han instado previamente al Reino Unido a poner fin a su administración colonial sobre las islas y devolverlas a Mauricio.
Argumentos del gobierno y debate público
- El gobierno británico defiende el acuerdo como una necesidad estratégica para garantizar la continuidad de la base militar y la seguridad nacional, argumentando que la presión internacional y los fallos legales recientes hacían inviable mantener la soberanía indefinidamente.
- Sin embargo, críticos dentro y fuera del Parlamento, así como sectores de la opinión pública, cuestionan la legitimidad ética y financiera del pacto, señalando que prioriza intereses militares sobre los derechos humanos y la justicia histórica para los chagossianos.
- El acuerdo aún debe ser ratificado por ambas partes para entrar en vigor, y se prevén nuevas batallas legales y políticas en los próximos meses.
Implicaciones internacionales
- El acuerdo cuenta con el respaldo de Estados Unidos, principal usuario de la base, pero ha generado inquietudes sobre la influencia de potencias extranjeras en el Índico y el impacto en la estabilidad regional.
- Otros países, como Maldivas, han expresado su oposición, alegando vínculos históricos con el archipiélago.
“Este acuerdo es absolutamente vital para nuestra defensa e inteligencia y, por tanto, para la seguridad del pueblo británico”, declaró el primer ministro Starmer, subrayando la urgencia de actuar ante el riesgo de perder el control operativo de la base.
El futuro de las Islas Chagos sigue en el centro de un intenso debate sobre derechos humanos, geopolítica y justicia histórica, mientras la comunidad chagossiana y la opinión pública internacional esperan una resolución definitiva.