Publicación de los archivos desclasificados de Jeffrey Epstein: decepción y nuevas promesas de transparencia
El Departamento de Justicia de Estados Unidos, bajo la dirección de la fiscal general Pamela Bondi, desclasificó este jueves un primer lote de archivos relacionados con Jeffrey Epstein, el multimillonario condenado por delitos sexuales y acusado de liderar una red internacional de tráfico de menores. Sin embargo, la publicación generó una ola de decepción y frustración, ya que los documentos no aportaron información novedosa sobre el caso ni sobre los posibles cómplices de Epstein, como muchos esperaban.
¿Qué contienen los archivos publicados?
El paquete inicial de documentos incluye:
- Registros de vuelo de los aviones privados de Epstein, que ya habían sido divulgados en procedimientos judiciales previos.
- Una libreta de contactos y una lista de masajistas, ambos documentos fuertemente redactados para proteger la identidad de las víctimas.
- Un inventario de más de 150 objetos, entre ellos fotografías, mesas de masaje y dispositivos electrónicos, aunque no se especifica si todos están directamente relacionados con Epstein o con otros casos asociados.
En total, se publicaron unas 200 páginas, donde figuran planillas de vuelo entre 1991 y 2005, una lista de 1.300 contactos y los nombres de 254 posibles víctimas, todos ellos protegidos mediante censura para resguardar su identidad.
Entrega selectiva y polémica
Previo a la publicación oficial, el gobierno distribuyó carpetas rotuladas como “The Epstein Files: Phase 1” a un grupo selecto de comentaristas influyentes de la red social X (antes Twitter) en la Casa Blanca, lo que generó comparaciones inmediatas con los llamados “Twitter Files” y críticas sobre la transparencia y el manejo político de la información.
Reacción pública y exigencias de mayor claridad
La expectativa era alta, especialmente entre quienes buscan conocer la identidad de los cómplices y clientes de Epstein, muchos de ellos figuras poderosas del ámbito político y económico internacional. Sin embargo, la primera fase de documentos consistió mayormente en materiales ya disponibles públicamente o filtrados anteriormente, sin revelar nombres nuevos ni detalles comprometedores sobre la red de tráfico de menores.
Pamela Bondi reconoció la falta de novedades y explicó que la demora y la censura en los documentos responden a la necesidad de proteger a las víctimas. Además, denunció que el FBI había retenido miles de archivos adicionales y exigió su entrega inmediata.
Próximos pasos: miles de archivos y videos bajo revisión
Tras la presión pública y la intervención de Bondi, el FBI entregó un “camión lleno” de documentos adicionales, que incluyen miles de páginas y videos relacionados con la investigación de Epstein. La fiscal general aseguró que estos materiales están siendo revisados cuidadosamente, con la promesa de futuras publicaciones, siempre resguardando la identidad de las víctimas.
Bondi enfatizó que se realizará un informe detallado sobre por qué el FBI retuvo estos documentos y reiteró el compromiso de avanzar en la transparencia, aunque advirtió que el proceso será meticuloso y llevará tiempo.
Contexto y repercusiones
Jeffrey Epstein se suicidó en una cárcel de Nueva York en agosto de 2019, semanas después de ser arrestado por cargos de tráfico sexual de menores. Su muerte, rodeada de teorías conspirativas y sospechas de encubrimiento, dejó sin resolver muchas preguntas sobre la magnitud de su red y la identidad de sus cómplices, entre los que se mencionan figuras como Bill Clinton y el príncipe Andrés de Inglaterra.
La publicación de estos archivos, lejos de cerrar el capítulo, ha reavivado el debate sobre la transparencia institucional y la protección de las víctimas, mientras la sociedad y los medios exigen conocer toda la verdad detrás del caso Epstein.