Washington, D.C. – Dos empleados de la embajada de Israel en Estados Unidos, Yaron Lischinsky, de 28 años, y Sarah Milgrim, fueron asesinados a tiros la noche del miércoles 21 de mayo de 2025 frente al Museo Judío de la Capital en Washington, D.C. El ataque ocurrió cuando la pareja salía de un evento organizado por el American Jewish Committee, dirigido a jóvenes profesionales judíos para promover la unidad y el diálogo interreligioso.

El presunto atacante, identificado como Elias Rodriguez, de 30 años y originario de Chicago, fue detenido en el lugar. Según la policía, Rodriguez fue visto merodeando fuera del museo antes de abrir fuego contra un grupo de cuatro personas, alcanzando fatalmente a Lischinsky y Milgrim. Tras el tiroteo, el sospechoso ingresó al museo, donde fue arrestado por agentes de seguridad. Durante su detención, gritó "Palestina libre", lo que ha llevado a las autoridades a investigar el ataque como un posible crimen de odio y acto de terrorismo.

Yaron Lischinsky trabajaba como asistente de investigación en el departamento político de la embajada y era ciudadano germano-israelí. Nacido en Alemania, emigró a Israel a los 16 años y era conocido por su activismo en favor de los Acuerdos de Abraham y el diálogo interreligioso. Sarah Milgrim, estadounidense de origen judío, se desempeñaba en el área de diplomacia pública de la embajada y tenía experiencia en proyectos de construcción de paz, incluyendo su labor con la organización Tech2Peace, dedicada al acercamiento entre israelíes y palestinos.

La pareja, que planeaba comprometerse la próxima semana en Jerusalén, era muy querida entre sus colegas. El embajador de Israel en Estados Unidos, Yechiel Leiter, los describió como "una pareja hermosa con un futuro brillante", confirmando que Lischinsky había comprado un anillo de compromiso días antes del ataque.

El presidente de Israel, Isaac Herzog, condenó el ataque como "un acto despreciable de odio", mientras que el ministro de Asuntos Exteriores, Gideon Sa’ar, lo atribuyó a la "incitación antisemita tóxica". Por su parte, la embajada de Israel expresó su profundo dolor: "Yaron y Sarah eran nuestros amigos y colegas. Estaban en la plenitud de sus vidas".

La tragedia ha generado indignación y renovado la preocupación por el aumento del antisemitismo en Estados Unidos, especialmente en el contexto de las tensiones en Medio Oriente. El Departamento de Justicia estadounidense confirmó que investiga el caso como crimen de odio y terrorismo, y prometió que se presentarán cargos adicionales conforme avance la investigación.

El Museo Judío de la Capital anunció que reabrirá en los próximos días con medidas de seguridad reforzadas, mientras la comunidad local y diplomática lamenta la pérdida de dos jóvenes comprometidos con la paz y el entendimiento.