Aumento de referencias a la Alemania nazi genera alarma ante el auge de la ultraderecha

MADRID — Un preocupante incremento en las referencias a la Alemania nazi y la difusión de propaganda extremista en redes sociales ha encendido las alarmas sobre el resurgimiento de ideologías de ultraderecha en Europa. Diversos informes señalan que contenidos antisemitas y revisionistas, incluso desde cuentas verificadas, se han amplificado en plataformas digitales, coincidiendo con un clima político cada vez más polarizado y la aparición de gestos controvertidos por figuras públicas.

En Alemania, la preocupación es palpable: la Alternativa para Alemania (AfD), partido identificado por las autoridades como “sospechoso de extremismo”, ha experimentado un notable crecimiento, especialmente entre los jóvenes varones. Según un estudio de Pew Research de 2024, el 26% de los hombres alemanes ve favorablemente a la AfD, frente al 11% de las mujeres, y el apoyo juvenil al partido se duplicó en las recientes elecciones europeas. El fenómeno se extiende a otras regiones del continente, donde partidos populistas de línea dura atraen a una proporción significativa de votantes jóvenes.

Las autoridades alemanas han reportado un aumento en la radicalización juvenil y la visibilidad de símbolos nazis, principalmente en el este del país. El jefe de inteligencia de Turingia advirtió que la AfD representa una amenaza para las raíces democráticas de Alemania, mientras que investigaciones periodísticas han revelado vínculos entre figuras del partido y redes extremistas.

El debate sobre la libertad de expresión y la moderación de contenidos se intensifica, ya que las plataformas digitales luchan por equilibrar el discurso abierto con la necesidad de frenar el discurso de odio. El propio Elon Musk, propietario de la red social X, ha sido criticado por facilitar espacios a líderes de la AfD y minimizar la gravedad del pasado nazi alemán.

En paralelo, recientes movimientos legislativos en Europa, como la ley irlandesa que restringe importaciones israelíes, han sido comparados por críticos con boicots históricos, alimentando aún más el debate sobre los límites entre protesta política y discursos peligrosos.

Miles de ciudadanos han salido a las calles en Alemania y otros países para protestar contra el avance de la ultraderecha y exigir acciones contundentes a las autoridades. Organizaciones de la sociedad civil y expertos advierten que la proliferación de propaganda extremista, si no se controla, podría traducirse en violencia real, evocando los mecanismos de manipulación mediática y social del régimen nazi.

La sociedad europea enfrenta así el reto de proteger sus valores democráticos en un contexto donde los fantasmas del pasado parecen cada vez más presentes.