Cámara de Representantes aprueba el “One Big Beautiful Bill” en medio de controversia; el Senado se prepara para un intenso debate
Washington, D.C. – La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó a finales de mayo el “One Big Beautiful Bill”, la ambiciosa propuesta legislativa impulsada por el presidente Donald Trump, que busca extender de manera permanente los recortes fiscales de 2017, aumentar la financiación para la seguridad fronteriza y reforzar el gasto en defensa. El proyecto, considerado el eje central de la agenda de Trump para su segundo mandato, ha generado un intenso debate político mientras avanza hacia el Senado.
Entre las principales disposiciones, la ley extiende de forma permanente los recortes fiscales del Tax Cuts and Jobs Act de 2017, establece un límite de $40,000 para las deducciones de impuestos estatales y locales (SALT), y crea las llamadas “Trump Accounts”, cuentas de ahorro con ventajas fiscales para niños, que incluyen un aporte inicial de $1,000 del gobierno federal para cada recién nacido. Además, asigna $46,500 millones para seguridad fronteriza y recorta $698,000 millones del programa Medicaid, según estimaciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso, que proyecta un aumento del déficit de entre $2.4 y $2.5 billones en la próxima década.
Elon Musk, exjefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental, criticó públicamente la ley calificándola de “abominación repugnante” y advirtiendo sobre el riesgo de una deuda insostenible, lo que ha profundizado las divisiones dentro del Partido Republicano. Figuras conservadoras como los senadores Rand Paul y Mike Lee han manifestado su preocupación por el incremento del techo de la deuda y el crecimiento del déficit. Sin embargo, el presidente de la Cámara, Mike Johnson, y el líder de la mayoría en el Senado, John Thune, mantienen su compromiso de aprobar la ley antes del 4 de julio, aunque Thune reconoció que probablemente se introducirán revisiones.
El presidente Trump desestimó las críticas, calificando a los opositores de “buscadores de protagonismo” y defendiendo el potencial de la ley para impulsar el crecimiento económico y reforzar la seguridad fronteriza. Entre los partidarios, la Asociación Nacional de Manufactureros elogió las políticas pro-crecimiento, mientras que los demócratas y otros detractores argumentan que la ley prioriza recortes fiscales para los más ricos en detrimento de las necesidades de la clase trabajadora.
El futuro del “One Big Beautiful Bill” depende ahora del Senado, donde continúan las negociaciones para conciliar las prioridades enfrentadas dentro del propio Partido Republicano y asegurar su aprobación final antes de la fecha límite.