Grave denuncia sacude a la NLRB: DOGE, vinculado a Elon Musk, en el centro de un escándalo de ciberseguridad
Una denuncia explosiva presentada por un especialista en ciberseguridad ha puesto en jaque al Consejo Nacional de Relaciones Laborales (NLRB) de Estados Unidos y al equipo tecnológico DOGE, respaldado por Elon Musk. Según la declaración jurada de Daniel Berulis, un administrador de sistemas con acreditación Top Secret y más de veinte años de experiencia, DOGE habría accedido y extraído información sumamente sensible de los sistemas del organismo, alterando protocolos de seguridad y desactivando alertas internas para ocultar sus movimientos.
El modus operandi y la fuga de datos
La llegada de DOGE al NLRB, bajo el pretexto de implementar políticas de eficiencia y reducción de costos impulsadas por la administración Trump, marcó el inicio de una serie de irregularidades técnicas nunca antes vistas en la red interna del organismo. Berulis relata que los ingenieros de DOGE exigieron acceso total —cuentas de nivel “dios”— y, poco después, se detectó una transferencia inusual de aproximadamente 10 gigabytes de archivos confidenciales, incluyendo expedientes de casos abiertos, información sobre sindicatos, datos personales de ciudadanos y secretos corporativos.
Para encubrir la operación, DOGE habría manipulado los sistemas de autenticación, deshabilitado las herramientas de monitoreo y borrado registros de actividad. “Ese tipo de picos en el tráfico de datos es extremadamente raro porque la información casi nunca sale directamente de las bases de datos del NLRB”, afirmó Berulis en su declaración.
Intentos de acceso desde Rusia y amenazas al denunciante
El escándalo tomó un giro internacional cuando, minutos después de la extracción masiva de datos, se registraron intentos de inicio de sesión desde una dirección IP ubicada en Rusia. El usuario empleó credenciales legítimas, recién creadas por el equipo de DOGE, lo que sugiere que actores extranjeros podrían estar aprovechando las brechas abiertas por la intervención de DOGE. Aunque los accesos fueron bloqueados, expertos en ciberseguridad advierten que este patrón es típico de ataques patrocinados por estados-nación y representa un riesgo para la seguridad nacional.
La situación se tornó aún más alarmante cuando Berulis recibió amenazas directas: una nota física pegada en la puerta de su casa, acompañada de fotografías tomadas por un dron, en aparente represalia por sus denuncias.
Reacciones oficiales y repercusiones legales
Mientras la Casa Blanca y el NLRB niegan haber autorizado el acceso de DOGE a los sistemas y aseguran que no hubo violación de datos, la evidencia forense y los documentos internos presentados por Berulis contradicen la versión oficial. La organización Whistleblower Aid ha elevado la denuncia al Congreso, y los senadores Tom Cotton y Mark Warner ya han solicitado investigaciones exhaustivas.
El abogado de Berulis, Andrew Bakaj, advierte sobre posibles violaciones a la Ley de Modernización de la Seguridad de la Información Federal y la Ley de Privacidad, subrayando la gravedad de las represalias sufridas por su cliente y las implicaciones legales, prácticas y de seguridad nacional de la intrusión.
Implicaciones para los derechos laborales y la privacidad
El NLRB, una agencia clave en la protección de los derechos sindicales y laborales, custodia información que, según expertos consultados por NPR, jamás debería salir de sus servidores. La filtración podría beneficiar a empresas privadas —incluidas las de Musk— y poner en riesgo la privacidad de miles de trabajadores y organizaciones sindicales.
El caso sigue en desarrollo y se espera que en los próximos días las autoridades federales y el Congreso estadounidense tomen medidas para esclarecer los hechos y determinar responsabilidades. La comunidad laboral y tecnológica observa con atención, conscientes de que este escándalo podría marcar un antes y un después en la protección de datos y la transparencia en la administración pública de Estados Unidos.