Aquí tienes una noticia detallada en español sobre el tema de las negociaciones comerciales entre EE.UU. y China, con énfasis en las preocupaciones actuales respecto al acuerdo de la Fase Uno:
Negociaciones comerciales EE.UU.-China: Preocupaciones y desafíos de la Fase Uno
Washington, D.C. — Las recientes conversaciones entre Estados Unidos y China han puesto nuevamente en el centro del debate el acuerdo comercial de la Fase Uno, firmado en enero de 2020. Este pacto, que buscaba normalizar y reequilibrar la relación económica entre ambas potencias, incluía compromisos clave como la adquisición por parte de China de 200 mil millones de dólares en productos estadounidenses, además de reformas en propiedad intelectual y transferencia tecnológica.
Sin embargo, el Secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, ha subrayado que Beijing no cumplió plenamente con sus compromisos de compra, lo que ha generado críticas sobre la falta de mecanismos de cumplimiento efectivos en el acuerdo original. Analistas señalan que esta experiencia influye en las nuevas negociaciones, donde Washington presiona por medidas más estrictas de rendición de cuentas y exige garantías de que los compromisos se cumplan.
Durante la administración Biden, las acciones para hacer cumplir el acuerdo fueron limitadas, lo que generó críticas tanto en el Congreso como en el sector empresarial. Ahora, con el cambio de gobierno, la nueva administración estadounidense ha señalado que adoptará una postura más firme respecto al cumplimiento comercial, buscando evitar que se repitan los incumplimientos del pasado.
El contexto actual se ve marcado por una tregua arancelaria de 90 días, anunciada en mayo de 2025, en la que ambos países acordaron reducir significativamente los aranceles recíprocos: EE.UU. bajó sus tarifas sobre productos chinos del 145% al 30%, mientras que China redujo las suyas sobre productos estadounidenses del 125% al 10%. Sin embargo, persisten las tensiones y la desconfianza, especialmente por la experiencia de la Fase Uno y la necesidad de asegurar que los nuevos acuerdos sean verificables y exigibles.
En resumen, mientras ambos países buscan desescalar la guerra comercial y estabilizar sus economías, la sombra del incumplimiento de la Fase Uno sigue influyendo en la estrategia negociadora de EE.UU., que exige ahora mayor transparencia y cumplimiento por parte de China.