Tensiones Crecen tras Aprobación Iraní para Cerrar el Estrecho de Ormuz
22 de junio de 2025 — El Parlamento de Irán ha aprobado el cierre del Estrecho de Ormuz, una de las rutas marítimas más importantes para el comercio mundial de petróleo, en respuesta directa a los recientes bombardeos estadounidenses sobre instalaciones nucleares iraníes. La medida, que aún requiere la ratificación del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, podría bloquear el paso de aproximadamente el 20% del suministro diario global de petróleo, equivalente a casi 20 millones de barriles al día en 2024, según datos de la Administración de Información Energética de EE. UU..
El Estrecho de Ormuz conecta el Golfo Pérsico con el Golfo de Omán y es vital para la exportación de crudo desde países como Arabia Saudita, Irak, Irán, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait. El 84% del petróleo que transita por Ormuz se dirige a mercados asiáticos, especialmente China, India, Japón y Corea del Sur.
La decisión del Parlamento iraní surge tras una escalada de tensiones en la región, marcada por ataques aéreos israelíes sobre objetivos militares y nucleares en Irán, seguidos por bombardeos estadounidenses sobre tres instalaciones nucleares iraníes. Según medios estatales iraníes, el cierre busca presionar a EE. UU. y sus aliados, aunque expertos advierten que una interrupción prolongada sería perjudicial también para la propia economía iraní, que depende de la exportación de petróleo.
El posible cierre ya ha generado volatilidad en los mercados energéticos: el precio del crudo Brent ha subido un 10% desde el inicio de los ataques, superando los 77 dólares por barril, y analistas de JPMorgan advierten que un bloqueo total podría disparar los precios hasta un 70%, superando los 100 dólares por barril. El impacto sería especialmente severo para países asiáticos altamente dependientes del crudo del Golfo.
A pesar de la amenaza, la historia muestra que las interrupciones en Ormuz suelen ser de corta duración debido a la rápida respuesta internacional y la existencia de rutas alternativas, aunque limitadas, como oleoductos en Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos. Sin embargo, estos no tienen la capacidad suficiente para compensar la totalidad del flujo interrumpido.
La comunidad internacional observa con preocupación, mientras EE. UU. mantiene una fuerte presencia naval en la región y aún no ha emitido una respuesta oficial a la última decisión iraní. El Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán podría pronunciarse en las próximas horas, lo que podría determinar el curso de la crisis energética global en los días venideros.