Israel e Irán intercambian ataques mientras Trump enfrenta presiones sobre su política hacia Teherán
Washington, D.C. – 21 de junio de 2025 – Las tensiones en Medio Oriente alcanzan un nuevo pico tras una segunda semana de hostilidades entre Israel e Irán, mientras el presidente estadounidense Donald Trump enfrenta presiones internas y externas por su manejo de la crisis y su postura ambigua respecto a la posible intervención militar directa.
Israel ha llevado a cabo una serie de ataques aéreos sobre objetivos clave en Irán, incluyendo la instalación nuclear de Isfahán, en lo que describe como un esfuerzo por detener el desarrollo de armas nucleares iraníes. Las autoridades israelíes informaron que las operaciones han degradado significativamente la capacidad de Irán para lanzar misiles balísticos, obligando a las fuerzas iraníes a reubicarse hacia el este y el sur del país. Según fuentes militares, Israel ha realizado más de 1,000 salidas aéreas y lanzado cientos de municiones sobre almacenes y lanzaderas de misiles en Irán durante los últimos ocho días.
Por su parte, Irán ha respondido con oleadas de drones y misiles dirigidos a Israel, aunque la mayoría han sido interceptados por los sistemas de defensa israelíes. El ministro de Defensa de Israel ha confirmado la eliminación de al menos tres altos comandantes de la Guardia Revolucionaria iraní, mientras que Irán ha reportado la muerte de cinco de sus miembros y civiles en diferentes ataques, incluyendo la muerte de un adolescente en Qom. Según organizaciones de derechos humanos, los bombardeos israelíes han causado cientos de muertes en Irán, mientras que en Israel se han registrado decenas de víctimas civiles por los ataques iraníes.
El presidente Trump, quien inicialmente se mostró reacio a involucrar a Estados Unidos en un conflicto prolongado, ahora evalúa la posibilidad de una intervención militar más directa, aunque enfrenta divisiones dentro de su propio partido y presión de aliados regionales para tomar una postura firme. El vicepresidente JD Vance y otros asesores han advertido sobre los riesgos de una guerra con fines de cambio de régimen en Irán, mientras que Trump ha insistido en la importancia de mantener canales diplomáticos abiertos, aunque se muestra frustrado por la falta de respuesta iraní.
Mientras tanto, las negociaciones nucleares y los esfuerzos diplomáticos europeos han quedado en un punto muerto. Irán ha declarado que no negociará sobre su programa nuclear mientras continúen los ataques, lo que limita aún más las opciones para una solución pacífica. El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Araghchi, advirtió que la intervención de Estados Unidos sería “muy peligrosa para todos”.
La situación sigue siendo volátil, con la amenaza de una escalada regional que involucre a actores como los hutíes en Yemen, quienes han amenazado con atacar barcos estadounidenses en el Mar Rojo si Washington interviene en la campaña militar de Israel contra Irán. El conflicto, que ya ha causado numerosas víctimas civiles y daños materiales, parece encaminarse hacia una guerra prolongada, con ambos bandos preparándose para intensificar sus operaciones militares.