Juez Federal Bloquea Intento del Gobierno Trump de Prohibir Estudiantes Internacionales en Harvard
Un juez federal ha bloqueado temporalmente la decisión de la administración Trump de revocar la autorización de la Universidad de Harvard para matricular estudiantes internacionales, representando un revés significativo para la política migratoria impulsada por la Casa Blanca y asegurando que miles de estudiantes extranjeros puedan continuar sus estudios sin interrupciones inmediatas.
Antecedentes y Decisión Judicial
La controversia comenzó cuando el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), bajo la dirección de la secretaria Kristi Noem, anunció el jueves la revocación del permiso de Harvard para inscribir estudiantes extranjeros. Según el DHS, Harvard debía entregar registros completos sobre supuestas actividades “ilegales y violentas” de sus estudiantes internacionales antes del 30 de abril, o perdería su certificación en el Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVP). La medida afectaba a más de 6,800 estudiantes internacionales, que representan aproximadamente el 27% de la matrícula total de Harvard.
La universidad respondió de inmediato con una demanda federal en Boston, calificando la acción como una “represalia inconstitucional” y una violación de la Primera Enmienda de la Constitución de EE.UU., además de advertir sobre un “impacto inmediato y devastador” tanto para la institución como para los más de 7,000 titulares de visas afectados.
La jueza Allison Burroughs emitió una orden de restricción temporal que impide al gobierno ejecutar la revocación, señalando que la decisión gubernamental podría eliminar de un plumazo a una cuarta parte del alumnado de Harvard, compuesto por estudiantes internacionales que son fundamentales para la misión académica y de investigación de la universidad.
Reacciones y Contexto Político
El presidente de Harvard, Alan Garber, condenó la medida como “ilegal e injustificada”, afirmando que no solo pone en riesgo a los estudiantes internacionales, sino que también es una advertencia para todas las universidades estadounidenses que acogen talento global. Harvard sostiene que la acción del gobierno es un intento de controlar la gobernanza universitaria, el currículo y la ideología de su comunidad académica.
Por su parte, el DHS justificó la revocación alegando que Harvard había permitido la presencia de “agitadores antiestadounidenses y pro-terroristas” en el campus, además de acusar a la universidad de colaborar con el Partido Comunista Chino y albergar a miembros de una organización paramilitar china en 2024. Harvard ha negado estas acusaciones y subrayado que ha implementado reformas de gobernanza y estrategias para combatir el antisemitismo en los últimos 18 meses.
Implicaciones
La decisión judicial garantiza que los estudiantes internacionales de Harvard podrán continuar sus estudios mientras se resuelve el litigio. El caso subraya la tensión persistente entre la autonomía universitaria, la supervisión judicial y las políticas migratorias del ejecutivo federal, en un contexto donde la diversidad internacional es vista como un pilar fundamental de la educación superior en Estados Unidos.
La historia sigue en desarrollo y se esperan nuevas actualizaciones conforme avance el proceso judicial.