Harvard enfrenta prohibición de estudiantes internacionales en medio de enfrentamiento con la administración Trump

Cambridge, Massachusetts — Harvard University se encuentra en el centro de una batalla legal tras la decisión de la administración Trump de revocar la autorización de la universidad para matricular estudiantes internacionales. El anuncio, realizado el jueves, representa una escalada significativa en las tensiones entre la Casa Blanca y la prestigiosa institución de la Ivy League.

La medida ha generado preocupación tanto en la comunidad académica como en la internacional, ya que afecta a miles de estudiantes extranjeros que ven en Harvard una oportunidad única de formación y desarrollo. Entre los afectados se encuentra la princesa Isabel de Bélgica, quien espera la confirmación para poder regresar a Harvard y continuar su segundo año académico.

En respuesta a la decisión, Harvard presentó una demanda ante los tribunales federales, argumentando que la prohibición no solo perjudica a los estudiantes, sino que también atenta contra la esencia y la misión global de la universidad. En palabras de la institución: “Sin sus estudiantes internacionales, Harvard no es Harvard”, subrayando la importancia de su cuerpo estudiantil diverso y multicultural.

Un juez federal concedió una orden de restricción temporal que bloquea, por ahora, la aplicación de la prohibición. Esto permite a Harvard continuar inscribiendo a estudiantes extranjeros mientras el caso se resuelve en los tribunales.

La decisión de la administración Trump ha sido criticada por líderes educativos y defensores de los derechos de los estudiantes, quienes advierten sobre el impacto negativo que podría tener en la reputación académica de Estados Unidos y en su capacidad para atraer talento internacional. La comunidad universitaria, tanto en Harvard como en otras instituciones, sigue atenta al desarrollo de este caso que podría sentar un precedente para el futuro de la educación superior en el país.

Por el momento, la incertidumbre persiste para estudiantes como la princesa Isabel y miles de jóvenes de todo el mundo que sueñan con estudiar en Harvard. La universidad ha reiterado su compromiso de defender los derechos de sus estudiantes internacionales y de luchar por mantener su carácter inclusivo y global.