Lindsey Graham se enfrenta a críticas tras bromear sobre Trump como papa

El senador republicano por Carolina del Sur, Lindsey Graham, ha provocado controversia tras sumarse públicamente a la broma del expresidente Donald Trump sobre aspirar al papado. Tras la muerte del papa Francisco en abril de 2025, Trump respondió a una pregunta de los reporteros diciendo, en tono humorístico: "Me gustaría ser papa, esa sería mi primera opción".

Graham, quien es miembro de la Iglesia Bautista y no de la Iglesia Católica, decidió amplificar la broma en redes sociales. En una publicación en X, escribió: "Estaba emocionado de escuchar que el presidente Trump está abierto a la idea de ser el próximo papa. Este sería un candidato inesperado, pero les pediría al cónclave papal y a los fieles católicos que mantengan una mente abierta sobre esta posibilidad. La combinación de un papa y presidente de EE. UU. tendría muchas ventajas. Estoy atento a la humareda blanca...". Graham concluyó su mensaje con "Trump MMXXVIII", haciendo referencia al año 2028 en números romanos, lo que algunos interpretaron como un guiño a una posible candidatura presidencial futura de Trump.

Las declaraciones de Graham generaron críticas inmediatas. Comentaristas y figuras públicas, como Meghan McCain, le pidieron al senador que "se relaje" y "recobre la compostura", mientras que otros usuarios señalaron la falta de sentido de la propuesta, ya que Trump no es católico, ha estado dos veces divorciado y no cumple con los requisitos tradicionales para ser elegido papa. Además, algunos cuestionaron la sinceridad de Graham, recordando que en el pasado ha criticado públicamente a Trump.

Ante la ola de reacciones, un portavoz de Graham aclaró que los comentarios fueron hechos en tono de broma y no pretendían ser tomados en serio. La situación puso de relieve la tensión entre el humor político y la percepción pública, especialmente en un contexto tan sensible como la elección de un nuevo líder espiritual para la Iglesia Católica.