Melania Trump bajo escrutinio por su visa "Einstein" y su ausencia pública
La ex primera dama Melania Trump enfrenta renovadas críticas sobre la legitimidad de su estatus migratorio en Estados Unidos y su notoria ausencia en la escena pública, mientras su esposo, Donald Trump, intensifica su campaña política.
Durante una reciente audiencia en el Congreso, la representante demócrata Jasmine Crockett cuestionó abiertamente el proceso mediante el cual Melania obtuvo la visa EB-1, conocida popularmente como la "visa Einstein". Este tipo de visa está reservada para personas con "habilidades extraordinarias" en campos como las ciencias, las artes o los deportes. Crockett argumentó que la carrera de modelaje de Melania no alcanzaba el nivel de figuras como Naomi Campbell o Tyra Banks, sugiriendo que su caso no cumplía con los criterios habituales para este estatus migratorio.
Melania Trump, nacida en Eslovenia en 1970, se mudó a Nueva York en 1996 y solicitó la visa EB-1 en el año 2000. La visa fue aprobada en 2001, y en 2006 se naturalizó como ciudadana estadounidense. Posteriormente, pudo patrocinar la residencia permanente de sus padres, quienes también obtuvieron la ciudadanía. Sin embargo, los detalles sobre su situación migratoria antes de obtener la green card han sido motivo de especulación y teorías, ya que persisten dudas sobre si mantuvo siempre un estatus legal durante sus primeros años en el país.
Reportes anteriores han señalado inconsistencias en las declaraciones de Melania sobre su llegada y sus permisos de trabajo en EE. UU. Fotografías y testimonios sugieren que pudo haber trabajado como modelo en 1995, antes de la fecha que ella y su equipo han declarado oficialmente, lo que podría haber implicado una violación de las leyes migratorias si no contaba con la visa adecuada en ese momento. A pesar de las reiteradas promesas de publicar documentos que respalden su versión, nunca se han presentado pruebas concluyentes sobre su historial migratorio.
En paralelo al debate sobre su estatus legal, la ausencia de Melania Trump en actos públicos y políticos ha sido notoria. Según reportes, Melania se ha distanciado de las actividades de campaña de su esposo y podría no regresar a la Casa Blanca en caso de una nueva victoria republicana. Su postura pública sobre el derecho al aborto, que contrasta con la de Donald Trump, ha acentuado la percepción de independencia y distancia dentro del entorno familiar y político.
La controversia en torno a Melania Trump resurge en un momento en que el tema migratorio es central en el debate político estadounidense, y su caso sigue siendo utilizado por detractores y defensores como ejemplo de las complejidades y contradicciones del sistema de inmigración de Estados Unidos.