Movimiento ciudadano crece contra el proyecto de ley H.R. 1 por recortes a SNAP, Medicare y agricultura
Miles de ciudadanos en todo el país están intensificando su oposición al proyecto de ley H.R. 1, que ha generado un intenso debate nacional debido a su impacto económico y social. La propuesta, actualmente en discusión en el Congreso, prevé un déficit proyectado de 2.8 billones de dólares, recortes de 150 mil millones en fondos agrícolas y reducciones significativas en los beneficios de Medicare y el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP).
Organizaciones comunitarias, líderes sociales y beneficiarios de estos programas han salido a las calles y a las redes sociales para exigir a los senadores que rechacen la legislación. Los activistas advierten que los recortes a SNAP, el mayor programa de asistencia alimentaria de Estados Unidos, supondrían la mayor reducción de su historia, con una disminución del 30% en la financiación federal y la imposición de requisitos laborales más estrictos para acceder al beneficio. Según estimaciones del Urban Institute, hasta 5 millones de familias podrían perder parte o la totalidad de sus beneficios mensuales, lo que incrementaría la inseguridad alimentaria y la pobreza en todo el país.
Además, la propuesta contempla recortes de más de un billón de dólares en programas federales de salud, incluyendo Medicaid y los mercados de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA), lo que podría dejar a casi 11 millones de personas sin seguro médico en los próximos diez años. Expertos en salud pública y economía advierten que la reducción de la cobertura médica y la asistencia alimentaria tendrá consecuencias negativas a largo plazo, como el aumento de enfermedades crónicas, mayores costos en atención médica y un deterioro generalizado en la calidad de vida de las comunidades más vulnerables.
El movimiento de oposición ha ganado fuerza en las últimas semanas, con campañas de llamadas, manifestaciones y una amplia difusión en medios y redes sociales. Encuestas recientes muestran que el 80% de los estadounidenses, incluyendo una mayoría de votantes republicanos, se opone a los recortes a SNAP y considera que el Congreso debería proteger los programas que ayudan a las familias a cubrir necesidades básicas.
Mientras tanto, los defensores del proyecto de ley argumentan que los recortes son necesarios para financiar extensiones de recortes fiscales y controlar el déficit. Sin embargo, organizaciones como el Food Research & Action Center (FRAC) y UnidosUS advierten que la aprobación de H.R. 1 podría agravar la desigualdad y debilitar la economía local, ya que cada dólar invertido en SNAP genera hasta 1.80 dólares en actividad económica durante una recesión.
El debate continúa en el Congreso, mientras los opositores intensifican sus llamados a la acción y exigen a los legisladores que prioricen el bienestar de las familias estadounidenses sobre intereses políticos y fiscales.