Veteranos Enfrentan Nuevos Desafíos en el Acceso a la Atención Médica

Lunes, 30 de junio de 2025 — Los veteranos estadounidenses expresan una creciente preocupación por el acceso a servicios de salud, en medio de cambios recientes en las políticas del Departamento de Asuntos de Veteranos (VA) y propuestas legislativas que podrían restringir aún más sus derechos.

Millones de veteranos dependen de la atención médica del VA, pero enfrentan obstáculos persistentes, como demoras y barreras administrativas. Aunque una nueva regulación elimina la necesidad de una segunda revisión médica para acceder a atención fuera del sistema VA —permitiendo a los veteranos recibir atención más rápida en instalaciones cercanas o con menores tiempos de espera—, la presión sobre el sistema sigue siendo alta debido a recortes presupuestarios y despidos recientes.

Organizaciones de veteranos denuncian que propuestas como el “Project 2025” buscan privatizar la atención médica para veteranos y redefinir qué condiciones son consideradas relacionadas con el servicio militar. Esto podría dejar a millones de excombatientes sin beneficios esenciales, especialmente a quienes sufren de trastornos de salud mental como el TEPT o traumas por abuso sexual militar. Además, la revisión y posible cierre de hospitales VA más antiguos amenaza con reducir la capacidad y calidad de la atención, desplazando a los pacientes hacia clínicas más pequeñas y menos equipadas.

El reciente fin de un programa federal que prevenía ejecuciones hipotecarias ha generado indignación entre los veteranos, quienes ahora enfrentan menos opciones para mantener sus viviendas en comparación con otros ciudadanos estadounidenses. Este escenario agrava la situación de una comunidad que ya registra una tasa de suicidio 50% mayor que la población general, según datos de organizaciones de apoyo.

Grupos de defensa exigen la reversión inmediata de estas políticas y la protección de los derechos adquiridos por quienes han servido al país, advirtiendo que la privatización y los recortes pueden poner en riesgo vidas y agravar la crisis de salud mental entre los veteranos.