ONU enfrenta recortes presupuestarios y críticas en medio de crisis globales
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) se encuentra en una encrucijada financiera y política, tras anunciar la reducción del 20% de su presupuesto y la supresión de unos 6,900 puestos de trabajo en su Secretaría, como parte de una profunda reforma interna destinada a hacer frente a una creciente crisis presupuestaria. Este ajuste responde, en gran medida, a la disminución de la financiación de Estados Unidos, principal donante del organismo, que acumula atrasos de más de 1,500 millones de dólares en el presupuesto ordinario y otros 1,200 millones en operaciones de mantenimiento de la paz.
El secretario general, António Guterres, ha advertido sobre los “difíciles” cambios que se avecinan, incluyendo la disminución del personal y la optimización de recursos para garantizar la sostenibilidad de la organización en un entorno global marcado por la incertidumbre financiera. Los recortes, que entrarán en vigor a partir del 1 de enero del próximo ciclo presupuestario, afectarán principalmente a la Secretaría, que contaba a finales de 2023 con alrededor de 35,000 empleados distribuidos en Nueva York, Ginebra, Viena y Nairobi.
Paralelamente, la ONU enfrenta crecientes críticas por su gestión de la crisis humanitaria en Gaza, donde la totalidad de la población sufre hambre catastrófica debido al bloqueo israelí de varios meses. El jefe humanitario de la ONU ha advertido que, si no se permite el ingreso de ayuda a gran escala, unos 14,000 bebés podrían morir en cuestión de días, e instó a Israel a levantar las restricciones para evitar una tragedia mayor.
Sin embargo, la ONU también ha sido cuestionada por su negativa a participar en un nuevo sistema de distribución de ayuda en Gaza, diseñado para evitar el desvío de recursos por parte de Hamas. Algunos críticos argumentan que esta decisión prioriza consideraciones políticas sobre el bienestar de los civiles.
Además, se discute en foros internacionales la posibilidad de una eventual suspensión de Israel de la ONU, tema abordado por exfuncionarios del organismo, lo que refleja la creciente tensión diplomática y las divisiones internas en el seno de la organización.
La combinación de recortes presupuestarios, crisis humanitarias y debates políticos pone a la ONU bajo un escrutinio sin precedentes, en un momento en que su liderazgo y eficacia son más necesarios que nunca.