Aumenta la Ola de Noticias Falsas en Medio de Tensiones Globales, Alertan Expertos
25 de junio de 2025 – Un repunte sin precedentes de desinformación, impulsado por videos falsos generados por inteligencia artificial y material reciclado, está inundando las redes sociales y plataformas de mensajería en medio de la escalada del conflicto entre Israel e Irán. Según organizaciones de verificación y expertos en ciberseguridad, estos contenidos fabricados —incluyendo afirmaciones falsas sobre acciones militares en Tel Aviv y Teherán— han alcanzado millones de visualizaciones, generando confusión y temor entre la población.
Desde el inicio de las hostilidades el 13 de junio, ambos países han trasladado la confrontación al ciberespacio. Hackers respaldados por los gobiernos, grupos hacktivistas y ciberdelincuentes oportunistas han intensificado ataques de denegación de servicio (DDoS), filtraciones de datos y campañas de desinformación. Por ejemplo, el grupo israelí Gonjeshke Darande (Gorrión Depredador) se atribuyó la destrucción de datos del banco estatal iraní Sepah, causando interrupciones masivas en los servicios bancarios. En respuesta, Irán ha lanzado campañas de noticias falsas y restringido el acceso a internet, instando a sus ciudadanos a desinstalar aplicaciones como WhatsApp bajo acusaciones infundadas de espionaje.
La guerra de la información se libra en paralelo al conflicto militar, con ambos bandos difundiendo narrativas manipuladas, imágenes alteradas y videos antiguos presentados como actuales. Estas tácticas buscan influir en la opinión pública y exacerbar la polarización, dificultando que la ciudadanía distinga entre hechos y ficción.
El Foro Económico Mundial advierte que la desinformación y las noticias falsas se mantienen como uno de los principales riesgos globales a corto plazo, erosionando la confianza social y agravando la inestabilidad en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas.
Ante este panorama, organizaciones de verificación de datos y expertos instan a la población a comprobar la autenticidad de las fuentes antes de compartir información, subrayando el reto que supone combatir la manipulación digital en un entorno donde la tecnología facilita la creación y difusión masiva de contenidos engañosos.