Peter Obi acapara tendencias mientras nigerianos debaten la carrera presidencial de 2027
LAGOS, Nigeria — 29 de junio de 2025 — El ex candidato presidencial del Partido Laborista, Peter Obi, se ha convertido en el centro del debate político en Nigeria tras confirmar su intención de postularse nuevamente en las elecciones presidenciales de 2027, lo que podría ser su última campaña para el cargo más alto del país.
Obi, quien fue gobernador del estado de Anambra y es conocido por su enfoque en reformas económicas y educativas, reafirmó su compromiso con el Partido Laborista y desestimó rumores sobre una posible alianza como vicepresidente de Atiku Abubakar, líder del Partido Democrático Popular. En un video viral dirigido a sus seguidores, Obi declaró: “Seguiré postulándome por el Partido Laborista. Soy miembro del Partido Laborista”. Además, enfatizó que para él, la política no se trata de cargos, sino de “hacer lo correcto”, enfocándose en la lucha contra la pobreza y la mejora de la educación y la salud pública.
El anuncio de Obi ha generado reacciones encontradas. Sus seguidores, conocidos como “Obidients”, rechazan cualquier posibilidad de que acepte un cargo secundario, insistiendo en que solo aceptarán su candidatura presidencial. Esta postura ha complicado las negociaciones de una posible coalición opositora para enfrentar al presidente actual, Bola Tinubu, en 2027.
Obi también ha señalado los desafíos internos dentro de los partidos opositores, acusando al gobierno actual de fomentar divisiones en el Partido Laborista y el Partido Democrático Popular. A pesar de estos obstáculos, el exgobernador ha reiterado su compromiso de apoyar a las nuevas generaciones de líderes, incluso si decide retirarse de la política activa después de 2027.
En paralelo, Obi ha anunciado planes para retirarse como docente en Onitsha, con el objetivo de promover la educación, lo que refuerza su imagen de líder enfocado en el desarrollo social y económico.
El debate en torno a su figura y las discusiones sobre alianzas y estrategias reflejan la influencia persistente de Peter Obi en el panorama político nigeriano, mientras el país se prepara para unas elecciones que prometen ser altamente competitivas y decisivas para su futuro.