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Reinician intereses de préstamos estudiantiles y se intensifica el escrutinio legal sobre el plan SAVE en EE. UU.🔥60

Author: 环球焦点
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Intereses de Préstamos Estudiantiles se Reactivan para Millones, mientras el Plan SAVE Afronta Desafíos Legales

Retorno de los Intereses para Préstamos Federales en EE. UU.

A partir de agosto de 2025, más de siete millones de prestatarios federales en Estados Unidos verán cómo sus saldos de deuda estudiantil comienzan a crecer nuevamente con la reanudación de los intereses, tras un año de suspensión bajo el plan Saving on a Valuable Education (SAVE). Esta medida, anunciada oficialmente por el Departamento de Educación en julio, representa un giro fundamental en el panorama de la deuda estudiantil, que ha sido foco de atención nacional por su magnitud e impacto social.

La finalización del llamado “forbearance” pone fin al periodo durante el cual los préstamos sujetos al plan SAVE no acumulaban intereses. La decisión responde a un mandato judicial que paralizó el plan tras controversias legales persistentes, obligando a la administración federal a restaurar el cobro de intereses y a orientar a los prestatarios hacia nuevas opciones de reembolso, como el plan Income-Based Repayment (IBR).

Contexto Histórico del Plan SAVE y la Intervención Judicial

El programa SAVE fue creado en 2023, durante la administración Biden, con el objetivo de aliviar la carga financiera de millones de personas endeudadas por estudios superiores. Entre sus beneficios, destacaba la posibilidad de pagos mensuales bajos —a menudo cercanos a cero— y la eliminación total de intereses para quienes cumplieran con los pagos programados. Sin embargo, tras varios recursos legales, la Corte de Apelaciones del 8.º Circuito dictó una orden judicial en 2024 que suspendió la implementación del plan. Como consecuencia, la Casa Blanca instauró el “forbearance” de interés cero hasta que los tribunales emitieran un fallo definitivo, medida que quedó invalidada en febrero de 2025 cuando una orden judicial federal puso fin al programa y a sus beneficios asociados.

Durante el año de suspensión de intereses, los saldos de los préstamos no crecieron, pero la interrupción de los pagos y el clima de incertidumbre generaron preocupación en organismos económicos y entre los propios prestatarios.

Impacto Económico: Delincuencia y Calificaciones Crediticias a la Baja

El regreso de los intereses coincide con un alarmante aumento en las tasas de morosidad: según la Reserva Federal de Nueva York, cerca del 14% de los deudores —unos seis millones de personas— se encuentran en situación de morosidad grave o impago desde el primer trimestre de 2025. Las consecuencias son significativas: más de 2,2 millones han visto caer sus puntajes crediticios, limitando su acceso a otras formas de crédito y dificultando su estabilidad financiera a largo plazo.

Este contexto ha llevado al Departamento de Educación a anunciar el reinicio de las actividades de cobro para préstamos en situación de impago, finalizando la pausa decretada en marzo de 2020 y reactivando ejecuciones y embargos salariales desde mayo de este año. La decisión se produce en un momento en que el endeudamiento estudiantil alcanza cifras históricas, afectando especialmente a jóvenes graduados y sectores vulnerables.

Cambios Legislativos: Límites, Plazos y Nuevas Alternativas

La promulgación de la ley “One Big Beautiful Bill Act”, firmada por el presidente Trump, introduce límites de endeudamiento más estrictos y nuevas estructuras de reembolso. Destaca la creación del Repayment Assistance Plan (RAP), que ajusta los pagos según los ingresos, pero extiende el plazo de condonación de deuda hasta 30 años. Para quienes tengan préstamos anteriores a julio de 2026, se mantiene el acceso al IBR tradicional, que ofrece condonación tras 20 o 25 años de pagos.

No obstante, los litigios en torno al plan SAVE y las recientes resoluciones judiciales han impactado la operatividad de los esquemas de condonación en el IBR, generando incertidumbre para millones de prestatarios.

Guía para Prestatarios: Opciones y Recomendaciones

El clima de inseguridad legal y la inminente reactivación de intereses han disparado el tráfico hacia plataformas oficiales y privadas que permiten comparar planes de reembolso y tasas de interés. El Departamento de Educación insta a quienes estaban suscritos al plan SAVE a explorar alternativas como los planes IDR (Income-Driven Repayment), utilizando simuladores de préstamos federales para elegir el plan más adecuado según sus circunstancias económicas.

Los expertos aconsejan priorizar la búsqueda de ayudas federales no reembolsables —como becas o subvenciones— antes de recurrir a préstamos privados, que en general imponen tasas más altas y menos protecciones legales. Para quienes deben recurrir al crédito privado, plataformas como Credible y Sparrow permiten comparar condiciones entre los principales prestamistas, donde nombres como SoFi, Ascent y Earnest destacan por ofrecer condiciones competitivas a prestatarios con buen historial crediticio.

Comparaciones Regionales: El Fenómeno en Perspectiva Internacional

La reanudación del cobro de intereses coloca nuevamente a Estados Unidos bajo la lupa mundial respecto a su sistema de financiación universitaria. Si bien la deuda estudiantil es un fenómeno global, la magnitud del problema estadounidense —con cifras que superan los 1,7 billones de dólares— resulta singular. Por contraste, en Canadá y Reino Unido existen programas de condonación y ajustes de pago según ingresos, pero los límites de endeudamiento y las tasas tienden a ser menores, y la intervención estatal más pronunciada.

Países nórdicos, por su parte, combinan matrículas universitarias gratuitas o muy bajas con sistemas de apoyo estatal y créditos blandos, evitando que la deuda estudiantil represente una carga vitalicia. El caso estadounidense, con una deuda media por prestatario que ronda los $37,000 dólares, sigue siendo una excepción y un tema de debate en políticas de bienestar y competitividad educativa.

Reacciones del Público y Futuro del Sistema de Préstamos

El anuncio de la reanudación de intereses ha generado respuestas diversas entre asociaciones de prestatarios y defensores del acceso a la educación. Grupos de protección al consumidor alertan sobre el riesgo de una crisis crediticia en el segmento joven de la población, mientras algunos expertos consideran la reactivación de intereses como un necesario acto de responsabilidad fiscal.

El Departamento de Educación ha prometido comunicación directa y orientación personalizada para quienes deben migrar a nuevos planes de pago, en un esfuerzo por evitar un colapso masivo en el sistema de cobros y proteger tanto a estudiantes como a contribuyentes.

Conclusión

La reactivación de los intereses de préstamos estudiantiles en Estados Unidos marca un cambio trascendental en el modelo de financiación educativa, con implicaciones directas para millones de familias y para la economía en general. En medio de desafíos legales y reformas estructurales, el debate sobre la mejor manera de gestionar y sufragar la educación superior sigue abierto, con alternativas federales y privadas compitiendo en un terreno cada vez más complejo y dinámico.