Propuesta de recortes a Medicaid por parte de los republicanos genera polémica en EE.UU.
Washington, D.C. — La Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, ha presentado un proyecto de ley de reconciliación que propone significativos recortes y cambios en Medicaid, el programa de seguro médico para personas de bajos ingresos. La medida ha provocado un intenso debate en el Congreso y preocupación entre expertos y beneficiarios, ya que podría afectar a millones de estadounidenses.
Detalles de la propuesta
El proyecto contempla reducir la financiación de Medicaid en casi 700.000 millones de dólares durante la próxima década, según estimaciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés). Entre los principales cambios destacan:
- Verificación obligatoria de domicilio y comprobaciones de elegibilidad cada seis meses.
- Requisitos para asegurar que los beneficios no sean otorgados a personas fallecidas o a no ciudadanos.
- Imposición de un requisito laboral para los beneficiarios, que entraría en vigor en 2029.
- Restricciones a la cobertura de clínicas que también ofrecen servicios de aborto, como Planned Parenthood.
Impacto estimado
La CBO calcula que, solo por los cambios propuestos en Medicaid, al menos 7,7 millones de personas perderían su cobertura médica para 2034. Si se consideran otros factores relacionados con la expiración de créditos fiscales para seguros médicos, la cifra total de personas sin seguro podría alcanzar los 13,7 millones, aunque este número incluye efectos indirectos no atribuibles exclusivamente a la nueva legislación.
Actualmente, más de 71 millones de estadounidenses dependen de Medicaid, incluyendo niños, personas con discapacidades y ancianos. Los expertos advierten que los recortes podrían afectar especialmente a estos grupos vulnerables, a pesar de las afirmaciones republicanas de que el objetivo principal es reducir el gasto en adultos que podrían estar empleados.
Argumentos a favor y en contra
Los defensores republicanos sostienen que la ley aumentaría la financiación de Medicaid en un 24% para mejorar la atención a personas mayores, familias de bajos ingresos y discapacitados, y que los recortes buscan eliminar fraudes y gastos innecesarios. Sin embargo, los críticos, incluidos demócratas y algunos republicanos, denuncian que la medida busca financiar recortes fiscales para los más ricos a costa de los más necesitados.
Además, hospitales y gobiernos estatales advierten que los recortes podrían obligarlos a reducir servicios, aumentar tarifas o incluso cerrar centros de atención, lo que agravaría la crisis sanitaria en varias regiones del país.
Reacción pública y política
La propuesta ha generado divisiones dentro del propio Partido Republicano. Un grupo de al menos doce congresistas republicanos ha manifestado su oposición a cualquier recorte en Medicaid, advirtiendo que no apoyarán el paquete final si incluye estas medidas.
Según una reciente encuesta de Strength In Numbers/Verasight, el 58% de los estadounidenses se opone a los recortes, mientras solo el 14% los respalda.
El futuro del proyecto es incierto, ya que la mayoría republicana en la Cámara es mínima y la oposición tanto dentro como fuera del Congreso es significativa. El debate continuará en las próximas semanas, mientras millones de beneficiarios de Medicaid esperan una decisión que podría cambiar radicalmente su acceso a la atención médica.