Tensiones Étnicas y Crisis Económica Marcan la Actualidad en Rusia
Las tensiones étnicas en Rusia han alcanzado nuevos niveles tras una violenta pelea multitudinaria en Nizhni Nóvgorod entre migrantes asiáticos y residentes locales. El enfrentamiento, en el que se utilizaron armas no letales, dejó a dos ciudadanos rusos hospitalizados y provocó la apertura de una investigación por parte de las autoridades. Este incidente se suma a una serie de conflictos recientes en el sur del país, donde las disputas entre comunidades migrantes y locales han sido cada vez más frecuentes y, según analistas, son aprovechadas por el gobierno para fomentar sentimientos nacionalistas y antimigrantes.
La respuesta oficial ha incluido la intensificación de controles, detenciones arbitrarias y la aprobación de leyes que facilitan la deportación y vigilancia digital de extranjeros, en particular de aquellos sin documentación en regla. Estas medidas han sido criticadas por organizaciones de derechos humanos, que denuncian un aumento de la xenofobia y la criminalización de los migrantes, especialmente tras incidentes de violencia atribuidos a personas de origen no eslavo.
En el ámbito económico, la preocupación crece ante el anuncio de un aumento del 11,9% en las tarifas de vivienda y servicios públicos, mientras expertos advierten sobre el riesgo de recesión. La economía rusa enfrenta presiones por la caída de los precios del petróleo, la escasez de mano de obra calificada y el incremento de los retrasos en el pago de salarios. Estos factores agravan el malestar social y aumentan la vulnerabilidad de los sectores más desfavorecidos.
En el frente militar, se reporta que algunos prisioneros rusos, incluidos mercenarios, rechazan ser intercambiados debido a mejores condiciones de vida en cautiverio. Además, soldados rusos enfrentan problemas de moral por falta de suministros, entrenamiento deficiente y malos tratos. Han surgido denuncias de torturas a desertores y órdenes para ejecutar prisioneros de guerra, según testimonios de personal movilizado.
La combinación de conflictos étnicos, crisis económica y deterioro en las condiciones de las fuerzas armadas configura un panorama de creciente inestabilidad interna en Rusia, mientras el gobierno apuesta por el control social y el discurso nacionalista para contener el descontento.