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Trump y Putin se reúnen en Alaska para negociar alto al fuego en Ucrania sin participación de Zelenskyy🔥66

Author: 环球焦点
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Reunión histórica entre Trump y Putin en Alaska para negociar un acuerdo de paz en Ucrania

Claves del encuentro en Anchorage: contexto, impacto económico y reacciones internacionales

ANCHORAGE, Alaska, 15 de agosto de 2025 – En una jornada que podría marcar un punto de inflexión en el conflicto de Ucrania, el presidente estadounidense Donald Trump y su homólogo ruso Vladimir Putin se dieron cita hoy en la base militar Joint Base Elmendorf-Richardson, en Anchorage, Alaska. El objetivo: negociar un alto el fuego en la guerra entre Rusia y Ucrania, un esfuerzo diplomático que ha captado la atención global y suscitado fuertes reacciones en Europa, Washington y Moscú.

Un encuentro sin precedentes en suelo estadounidense

El encuentro en Alaska es el primero entre Trump y Putin desde 2019. Un despliegue de seguridad sin precedentes recibió a las delegaciones, mientras helicópteros de la Guardia Nacional y francotiradores custodiaban el perímetro. La elección de Anchorage, a medio camino entre Moscú y Washington, añade simbolismo a una reunión en la que se discuten no solo el cese de hostilidades, sino también el futuro geopolítico de Europa del Este.

Ausencia de Ucrania genera controversia

La exclusión del presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy del diálogo directo ha desatado preocupación tanto en Kiev como en importantes capitales europeas. Ucrania y sus aliados insisten en que un acuerdo de paz legítimo solo puede fraguarse con la participación activa de Kiev. Zelenskyy ha tachado de “soluciones muertas” cualquier pacto que implique la cesión de territorios, reiterando que Ucrania no aceptará recortes ni retrocesos en sus fronteras reconocidas internacionalmente.

Intereses y líneas rojas en la mesa de negociación

El marco de negociación presentado por Donald Trump se centra en lograr un cese inmediato de los enfrentamientos armados y abrir el camino para un acuerdo más duradero. El mandatario estadounidense ha insistido en que no se tomarán decisiones finales sobre el trazado de fronteras sin la aprobación directa de Ucrania. Sin embargo, fuentes próximas al Kremlin señalan que Putin llega a Alaska con la expectativa de obtener concesiones significativas: que Ucrania renuncie a su aspiración de ingresar en la OTAN y ratifique la soberanía rusa sobre Crimea y las zonas ocupadas en el Donbas.

Sanciones económicas: la principal herramienta de presión occidental

El contexto de la reunión viene marcado por la amenaza de Trump de imponer sanciones secundarias a países y empresas que continúen haciendo negocios con Rusia. Este ultimátum, cuyo plazo vence justamente hoy, pretende reforzar la presión sobre el Kremlin y forzar concesiones en la mesa de diálogo. Varias naciones europeas, lideradas por Alemania y Francia, han respaldado la postura estadounidense, instando a Trump a “apretar el puño” sancionador para dotar de credibilidad a las negociaciones.

El impacto económico de las sanciones sobre Rusia ya ha sido severo desde 2022: la economía rusa se contrajo un 4.2% en 2023, y el rublo ha perdido más de un 35% de su valor frente al dólar. Al mismo tiempo, las sanciones han afectado al suministro energético global, generando alzas en los precios del gas y el petróleo que han golpeado a Europa y Asia. Expertos advierten que la extensión de sanciones secundarias podría multiplicar la volatilidad en los mercados, intensificando las presiones inflacionarias y complicando la recuperación global.

Comparativa regional: lecciones de otros conflictos recientes

Este proceso de negociación recuerda a episodios como el acuerdo de Minsk II de 2015, que fracasó en su intento de consolidar la paz en Ucrania oriental. Sin embargo, la actual dinámica posee ingredientes inéditos: el respaldo estadounidense explícito a sanciones “extraterritoriales” y la clara exclusión temporal del gobierno ucraniano. En contraste, acuerdos regionales recientes, como los alcanzados en el Cáucaso entre Azerbaiyán y Armenia bajo mediación rusa y europea, sí incluyeron a todas las partes en conflicto, aunque con éxito dispar.

Analistas señalan que cualquier pacto entre Trump y Putin debe superar la falta de confianza mutua y la desconfianza de la comunidad internacional. La experiencia en los Balcanes en la década de 1990, por ejemplo, demostró que los tratados de paz con concesiones territoriales pueden proporcionar una salida temporal, pero suelen dejar heridas profundas de largo plazo si no cuentan con respaldo popular y garantías internacionales sólidas.

Opinión pública y repercusión internacional

La opinión pública estadounidense observa el proceso con escepticismo. Un sondeo reciente de Pew Research Center revela que el 59% de los estadounidenses no confían en la capacidad de Trump para gestionar la relación con Moscú, con un 33% convencido de que el presidente favorece en exceso a Rusia. En Europa, la percepción es igualmente cautelosa: líderes como Olaf Scholz y Emmanuel Macron insisten en que cualquier acuerdo debe respetar la integridad territorial de Ucrania y emanar de un proceso “transparente e inclusivo”.

En Rusia, la prensa estatal destaca el encuentro como una muestra del “nuevo orden multipolar”, subrayando la “valentía” de Putin al sentarse con Trump sin la mediación de Bruselas o Kiev. Mientras tanto, en Ucrania, la sociedad civil convoca manifestaciones para exigir que la voz de Kyiv no sea ignorada en decisiones que afectan al destino del país.

Impacto en los mercados y la economía global

Las sombras de incertidumbre que proyecta el posible acuerdo han sido evidentes en los mercados financieros. El índice Dow Jones experimentó una caída del 1.3% en la apertura de hoy, reflejando temores sobre el futuro de las sanciones y la seguridad energética europea. El precio del barril de Brent superó los $92 por primera vez en tres meses, mientras empresas energéticas estadounidenses y europeas observan con cautela, preparándose para cualquier giro inesperado.

El comercio internacional también se encuentra en vilo. China, India y Turquía, países que mantuvieron cierto nivel de intercambio con Rusia pese a las sanciones occidentales, enfrentan ahora la amenaza de medidas punitivas estadounidenses. Algunos expertos advierten que esta política podría desencadenar represalias y fragmentar aún más las cadenas de suministro, agudizando la desaceleración económica global.

El futuro inmediato: expectativas y desafíos

Tras la reunión privada de hoy, está previsto que ambos presidentes comparezcan en una conferencia de prensa conjunta. La atención mundial se centra en los posibles anuncios sobre avances hacia un alto el fuego, la reapertura de corredores humanitarios o propuestas concretas para futuras negociaciones multilateralizadas que incluyan a Ucrania. Sin embargo, fuentes diplomáticas advierten que cualquier avance real dependerá de la capacidad de ambas potencias para superar décadas de recelos y abordar las causas profundas del conflicto.

En este momento, los equipos negociadores siguen reunidos en Anchorage, mientras analistas y diplomáticos de todo el mundo debaten qué concesiones y compromisos sería factible lograr. El desenlace de la jornada podría determinar no solo el futuro de Ucrania, sino también el equilibrio estratégico mundial para los años venideros.

Conclusión: una cita que redefine la diplomacia internacional

La cumbre de Anchorage es mucho más que una simple reunión bilateral. Representa un test crucial para la diplomacia internacional, la estabilidad económica global y el sistema de sanciones multilaterales que Estados Unidos y sus aliados han promovido como respuesta a la guerra en Ucrania. El destino de Ucrania, la seguridad de Europa y la credibilidad de las potencias mundiales dependen, en gran parte, de lo que suceda hoy en las frías tierras de Alaska. Los próximos días serán decisivos para entender si la vía del diálogo puede prevalecer sobre la lógica de la guerra en siglo XXI.

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