WNBA bajo escrutinio por conducta de jugadoras y cobertura mediática

El debate sobre la conducta de las jugadoras y la representación mediática en la WNBA ha cobrado fuerza en las últimas semanas. Los Angeles Sparks recibieron críticas tras publicar contenido promocional considerado inapropiado por algunos sectores, lo que reavivó la discusión sobre los límites de la imagen pública en el baloncesto femenino.

La liga también enfrentó una caída en los índices de audiencia televisiva durante el periodo en que la estrella de Indiana Fever, Caitlin Clark, estuvo fuera por lesión. Sin embargo, el regreso de Clark impulsó un notable repunte en la audiencia, fenómeno destacado por el entrenador de New York Liberty, quien elogió el auge de espectadores y lo atribuyó en parte a la presencia de la jugadora.

La polémica aumentó tras un altercado físico en el que Clark fue protagonista, lo que llevó a la leyenda del tenis Chris Evert a pedir públicamente mayor deportividad entre las jugadoras. Mientras tanto, la WNBA multó a Sophie Cunningham, de Phoenix Mercury, por defender a Clark tras el incidente, pero no sancionó a las jugadoras directamente involucradas en la disputa, lo que generó cuestionamientos sobre la coherencia disciplinaria de la liga. Este doble rasero ha sido motivo de debate entre aficionados y analistas, quienes exigen reglas claras y justas para todas las atletas.

En el ámbito de las plantillas, Dallas Wings adquirió a la pívot Li Yueru desde Seattle Storm en un intercambio que incluyó futuras selecciones del draft. Indiana Fever, por su parte, despidió a la base Aari McDonald para cumplir con los requisitos de la plantilla.

La cobertura mediática de la WNBA también está bajo la lupa. Un incidente reciente involucró a una reportera acusada de intentar provocar a una jugadora con preguntas sobre Caitlin Clark, lo que llevó a la Asociación de Jugadoras a emitir un comunicado exigiendo mayor profesionalismo y ética por parte de los medios. Además, la liga multó al New York Liberty y a varias de sus jugadoras por negarse a dar entrevistas tras perder la final, lo que evidenció tensiones crecientes entre atletas y periodistas.

A pesar de las controversias, la WNBA atraviesa un momento de crecimiento histórico en audiencia y presencia mediática, con un nuevo acuerdo de derechos que aportará ingresos récord para la liga y sus jugadoras. Sin embargo, los recientes episodios subrayan la necesidad de fortalecer la transparencia disciplinaria y fomentar una cobertura mediática equitativa y respetuosa.