Estados Unidos eleva aranceles a China al 245% y desata una nueva ola de tensión comercial
En una decisión que marca un giro histórico en la relación económica entre las dos mayores potencias del mundo, el gobierno de Estados Unidos anunció un incremento de los aranceles sobre productos chinos hasta un 245%, según confirmó una hoja informativa de la Casa Blanca. Esta medida representa la escalada más significativa en la guerra comercial que se ha intensificado en los últimos meses y que ya ha tenido un impacto directo en sectores clave como minerales críticos, tecnología y manufactura.
Cronología de una escalada sin precedentes
La disputa arancelaria comenzó con la llegada de Donald Trump a la presidencia, quien impuso un primer arancel del 20% a las importaciones chinas. Rápidamente, la cifra se elevó al 34% y, tras las primeras represalias chinas, se sumó un 50% adicional, llevando el total al 104%. China respondió con un aumento de sus propios gravámenes hasta un 84%. Posteriormente, Trump volvió a subir los aranceles estadounidenses al 125%, argumentando “falta de respeto” por parte de Pekín. El viernes pasado, China igualó la cifra, elevando sus aranceles a productos estadounidenses al 125%, mientras que EE. UU. mantenía los suyos en 145%. Finalmente, la última actualización de la Casa Blanca confirmó el nuevo techo de 245% sobre importaciones chinas, especialmente en sectores estratégicos.
Motivaciones y consecuencias
La administración Trump justifica este endurecimiento arancelario como una medida para proteger la seguridad nacional, la infraestructura y la innovación tecnológica de Estados Unidos. Sin embargo, Pekín ha calificado la decisión de “intimidación unilateral” y una violación a los principios del comercio internacional, advirtiendo sobre el riesgo de una ruptura profunda en las cadenas globales de suministro.
El gobierno chino ha planteado condiciones claras para retomar el diálogo, exigiendo mayor respeto, coherencia en la postura estadounidense y la designación de un negociador con respaldo directo de Trump para avanzar hacia un posible acuerdo bilateral.
China sorprende con crecimiento económico, pero persisten las dudas
A pesar de la incertidumbre global, China reportó un crecimiento económico del 5,4% en el primer trimestre de 2025, superando las expectativas de los analistas y manteniendo el impulso observado a finales de 2024. Este desempeño, impulsado por exportaciones y estímulos internos, permitió a Pekín arrancar el año con buen pie. Sin embargo, las autoridades chinas reconocen que el entorno internacional se ha vuelto “más complejo y severo”, y que la demanda interna sigue siendo insuficiente para consolidar la recuperación.
El impacto real de los nuevos aranceles aún está por verse, pero los mercados financieros ya han reaccionado con volatilidad. El yuan offshore subió un 0,2% frente al dólar tras el anuncio, y monedas vinculadas a la economía china, como el dólar australiano, también mostraron movimientos significativos. A nivel global, la preocupación crece ante la posibilidad de una desaceleración económica y una mayor fragmentación del comercio internacional.
Perspectivas para América Latina
Para América Latina, región profundamente integrada en las cadenas de suministro globales y dependiente tanto de China como de Estados Unidos como socios comerciales, la escalada arancelaria representa un desafío mayúsculo. Los expertos advierten sobre posibles efectos en los precios de materias primas, la demanda de exportaciones y la estabilidad de los mercados financieros regionales.
En este contexto, la comunidad internacional observa con atención los próximos pasos de Washington y Pekín, conscientes de que cualquier avance o retroceso en la disputa comercial tendrá repercusiones directas en la economía mundial y, por supuesto, en el bienestar de millones de familias latinoamericanas.