Fuerzas estadounidenses eliminan a líder senior del ISIS en una operación en Siria
Redada en Al Bab: Un golpe decisivo contra el liderazgo del ISIS
En las primeras horas del 25 de julio de 2025, fuerzas del Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM) llevaron a cabo una redada dirigida en Al Bab, en la Gobernación de Alepo, Siria, que resultó en la eliminación de Dhiya’ Zawba Muslih al-Hardani, líder senior del Estado Islámico (ISIS), y de sus dos hijos adultos, ambos también afiliados al grupo terrorista. La operación, ejecutada con precisión quirúrgica, apuntó a desbaratar núcleos de liderazgo y evitar la reagrupación del ISIS en una región históricamente marcada por la inestabilidad y el extremismo.
Contexto histórico del ISIS en Siria: Ascenso, derrota y resurgimiento
El Estado Islámico surgió como una de las principales amenazas terroristas a principios de la década de 2010, apoderándose de vastas zonas de Siria e Irak. Tras la caída de Raqqa y Mosul y la fragmentación territorial del autoproclamado “califato”, el grupo perdió la capacidad de controlar territorio, pero conservó células activas y estructuras clandestinas. Pese a sucesivas operaciones militares internacionales a partir de 2014, el ISIS ha mantenido la capacidad de llevar a cabo atentados y de reorganizarse especialmente en zonas rurales del norte y este de Siria.
Durante la última década, redadas como la de Al Bab han sido cruciales en la estrategia de “decapitación” del liderazgo yihadista. Sin embargo, cada vez que líderes clave han sido abatidos, el grupo ha intentado promover rápidamente reemplazos y adoptar una estrategia descentralizada de resistencia y terrorismo de baja intensidad, evidenciando una resiliencia significativa.
Detalles de la operación y reacción internacional
CENTCOM explicó en un comunicado oficial que tanto al-Hardani como sus dos hijos representaban una amenaza directa tanto para las fuerzas estadounidenses, los aliados de la coalición y el reciente gobierno sirio instaurado tras la caída de Bashar al-Asad. La incursión se realizó en la madrugada para minimizar riesgos a la población civil y maximizar el factor sorpresa. Tres mujeres y tres menores que se encontraban en la vivienda objetivo resultaron ilesos durante la operación, lo que resalta, según militares estadounidenses, el esfuerzo por evitar bajas colaterales en un entorno habitualmente usado como escudo humano por militantes del ISIS.
El General Michael Erik Kurilla, comandante de CENTCOM, afirmó: “Continuaremos persiguiendo implacablemente a los terroristas del ISIS dondequiera que se oculten. Los miembros del ISIS no están seguros donde duermen, donde operan ni donde se esconden. Junto a nuestros socios y aliados, estamos comprometidos con la derrota definitiva de los terroristas del ISIS que amenazan la región, nuestros aliados y nuestra patria”.
Impacto económico y seguridad regional
La eliminación de un líder senior como al-Hardani tiene varios efectos en el panorama económico y de seguridad regional. El terrorismo del ISIS ha sido históricamente un factor de inestabilidad, impidiendo la reconstrucción económica y la inversión extranjera en Siria e Irak. Al neutralizar a los cabecillas responsables de coordinar ataques y de mantener la moral de la organización, se contribuye a crear un entorno menos hostil para la recuperación económica, la reconstrucción de infraestructura y el retorno paulatino de desplazados internos.
Sin embargo, analistas advierten que la amenaza del extremismo sigue vigente mientras persistan vacíos de gobernabilidad, desempleo y pobreza en comunidades afectadas. Aunque los golpes al liderazgo yihadista desarticulan redes de mando, no erradican la raíz social del fenómeno; la economía informal, el contrabando y el tráfico de armas permanecen como retos para la estabilización definitiva del norte de Siria.
Comparaciones regionales: Siria, Irak y la lucha contra el extremismo
El reciente operativo de Al Bab resalta el contraste entre la situación en Siria y la de países vecinos. En Irak, operaciones similares han reducido la capacidad operativa del ISIS, si bien las células durmientes siguen activas en zonas del desierto y áreas rurales. En Siria, la caída del antiguo régimen y la formación de un nuevo gobierno han abierto oportunidades para fortalecer la cooperación con aliados internacionales, aunque el contexto de reconstrucción y fragmentación territorial genera nuevas complejidades.
En comparación, países como Egipto o Libia, que también han enfrentado amenazas yihadistas, han optado en ocasiones por enfoques más militares y menos enfocados en la reconstrucción social, lo que ha perpetuado ciclos de violencia. La estabilidad a largo plazo, coinciden expertos en seguridad, depende no solo de la efectividad de las fuerzas especiales y la inteligencia militar sino de profundas reformas sociales y económicas.
Reacciones locales: sentimiento de alivio y temor
En Al Bab y otras comunidades del norte de Siria, la noticia de la muerte de al-Hardani ha generado sensaciones mixtas. Para muchos residentes, la eliminación de líderes yihadistas representa un alivio y la esperanza de una mayor estabilidad. Sin embargo, el temor persiste ante posibles represalias del ISIS, y el recuerdo de los años más oscuros —cuando los escuadrones del Estado Islámico imponían el terror y el control absoluto— permanece latente en la memoria colectiva.
La operación se interpreta como un mensaje contundente a grupos insurgentes: la presencia de inteligencia y capacidades de intervención extranjeras sigue siendo determinante para impedir el resurgimiento del extremismo. No obstante, autoridades locales piden un apoyo sostenido para la reconstrucción civil y la reintegración de comunidades traumatizadas.
Balance y consecuencias a futuro
La acción en Al Bab es un recordatorio de la persistencia de amenazas yihadistas en un escenario internacional volátil. Si bien la eliminación operativa del liderazgo del ISIS es un logro táctico y simbólico, los desafíos de Siria tras la guerra civil —reconstrucción, reconciliación y recuperación económica— requieren esfuerzos integrales y coordinados.
Estados Unidos y los países aliados ven en este tipo de operaciones no solo una respuesta puntual al terrorismo sino un elemento dentro de una estrategia más amplia de contención y prevención en Oriente Medio. La continuidad de este enfoque dependerá de la evolución de la situación política en Siria, los intereses estratégicos de potencias regionales y la dinámica interna del propio ISIS, que sigue buscando maneras de adaptarse y sobrevivir en condiciones adversas.
Conclusión: El papel de la cooperación internacional
La redada contra Dhiya’ Zawba Muslih al-Hardani refuerza el compromiso de la comunidad internacional en la lucha contra el terrorismo en Siria y la región. Si bien la eficacia militar es indispensable para contener la violencia, la experiencia histórica subraya la importancia de combinarla con programas de reconstrucción económica, justicia transicional y fortalecimiento institucional. Solo así será posible consolidar un futuro más seguro y estable en Siria, libre de la sombra del extremismo.