Congreso de EE. UU.: Informe de la CBO Revela Recortes Masivos a Medicaid en el Paquete Republicano de Reconciliación
La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés) ha publicado un informe que expone recortes significativos a Medicaid dentro del paquete de reconciliación propuesto por los republicanos en la Cámara de Representantes, contradiciendo las afirmaciones de moderación fiscal de sus promotores.
Según estimaciones preliminares de la CBO, el proyecto de ley, aprobado por la Cámara el 22 de mayo con una votación de 215-214, reduciría el gasto bruto en Medicaid y el Programa de Seguro Médico para Niños (CHIP) en más de 800.000 millones de dólares durante la próxima década. Se prevé que al menos 10,3 millones de personas perderán su cobertura de Medicaid para 2034, y el número de personas sin seguro aumentaría en al menos 7,6 millones, con un impacto especialmente severo en adultos en edad laboral y servicios de cuidado a largo plazo para personas mayores y personas con discapacidades.
El informe también advierte que los cambios propuestos, como el endurecimiento de los requisitos laborales para beneficiarios de Medicaid, podrían acelerarse hasta diciembre de 2026 ante la presión de sectores conservadores. Estos requisitos, según los republicanos, estarían dirigidos a adultos jóvenes sin dependientes, pero los críticos sostienen que las medidas afectarían de manera desproporcionada a poblaciones vulnerables, incluidos quienes viven con discapacidades y adultos mayores que dependen de Medicaid para servicios esenciales de salud y cuidado a largo plazo.
Además, la CBO señala que, lejos de generar ahorros netos, el paquete podría aumentar el déficit federal debido a la interacción de los recortes con otras políticas presupuestarias, lo que desencadenaría recortes automáticos adicionales en Medicare y otros programas sociales bajo la Ley de Pago Estatutario (S-PAYGO).
Mientras los líderes republicanos defienden los recortes como una forma de enfocar Medicaid en los beneficiarios más vulnerables, expertos y organizaciones advierten sobre el riesgo de dejar a millones de estadounidenses sin acceso a atención médica básica y servicios de apoyo. El debate continúa en el Congreso, donde senadores y partes interesadas evalúan el impacto potencial en la cobertura de salud y las finanzas públicas, en un contexto de creciente polarización política y presión social.