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Crisis humanitaria en Gaza: Uno de cada tres sin alimentos y niños con desnutrición grave en medio de bloqueo y violencia🔥60

Author: 环球焦点
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Gaza enfrenta una grave crisis de hambre en medio del conflicto: un tercio de la población ha pasado días sin alimentos

Gaza, 24 de julio de 2025 — Una emergencia humanitaria sin precedentes azota la Franja de Gaza mientras el hambre severa alcanza niveles históricos entre la población civil. Organizaciones humanitarias y agencias internacionales reportan que uno de cada tres residentes ha pasado jornadas enteras sin acceso a alimentos, y los altos niveles de malnutrición infantil y adulta generan alarma mundial. La escalada del conflicto, junto a cierres fronterizos y limitación de acceso para la ayuda humanitaria, han desencadenado una catástrofe alimentaria que amenaza con ampliar sus consecuencias en los próximos meses.

Panorama actual: el hambre como nuevo enemigo

En las últimas semanas, la situación en Gaza se ha deteriorado de manera dramática. El Programa Mundial de Alimentos (WFP) y la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) confirman que cerca del 33% de los habitantes no ha probado bocado durante días enteros debido a la escasez absoluta de comida. Los centros de tratamiento para malnutrición aguda están saturados y no cuentan con insumos suficientes para atender la demanda de emergencia.

Según la OMS, desde el 17 de julio, los hospitales y clínicas han colapsado ante el ingreso masivo de personas con hambre extrema, especialmente niños y madres gestantes. Más del 10% de los niños menores de cinco años presenta cuadros de malnutrición aguda, y el 20% de las mujeres embarazadas y lactantes evaluadas sufren también desnutrición, muchas en estado grave. El agua potable escasea en el 95% de los hogares, lo que agrava la inseguridad alimentaria y sanitaria.

Obstáculos al ingreso de ayuda y agravamiento de la crisis

El principal factor que profundiza la crisis alimentaria es la restricción al acceso humanitario. Miles de camiones con alimentos y suministros esenciales esperan, retenidos en los pasos fronterizos, mientras la distribución dentro del enclave se ve interrumpida por los constantes combates y la inseguridad.

La ONU y organizaciones socias advierten que apenas una fracción de la ayuda logra ingresar y distribuirse en comparación con las necesidades mínimas de la población. Desde mayo, las entregas son irregulares y, en ocasiones, nulas. Esta situación, coinciden los expertos, representa un retroceso respecto a los primeros meses del conflicto, cuando el flujo de asistencia, aunque limitado, era más constante.

Los precios de los pocos alimentos disponibles en mercados locales han escalado a niveles inalcanzables para la mayoría. La desaparición casi total de la agricultura local a causa de bombardeos y bloqueos ha eliminado cualquier margen de autosuficiencia, haciendo que Gaza dependa por completo de la ayuda exterior.

Consecuencias humanas: más que cifras

El número de víctimas fatales y personas heridas en el intento de acceder a ayuda alimentaria crece semana a semana. Informes recientes de la ONU y UNICEF indican que al menos 870 personas han muerto —incluidos menores de edad— y más de 4,000 han resultado heridas al congregarse en torno a convoyes o puntos de reparto de alimentos.

El testimonio de familias, recogido por distintas organizaciones, dibuja un panorama desolador: padres y madres relatan que sus hijos lloran de hambre por las noches, mientras otros arriesgan la vida a diario intentando conseguir alimentos o agua en medio de la violencia. Muchos no regresan a casa.

Reacción internacional y pedidos urgentes

Diversas figuras y entidades internacionales han calificado la situación en Gaza como una tragedia evitable y completamente creada por el hombre. Representantes del WFP y la OMS subrayan la necesidad urgente de restablecer el acceso abierto y seguro para el auxilio humanitario, junto con la suspensión de hostilidades en zonas donde se distribuyen alimentos. Sin estas garantías mínimas, advierten, seguirá creciendo la cifra de muertos por inaniación y desnutrición.

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha reiterado su llamado a toda la comunidad internacional para que presione en favor de la apertura de corredores humanitarios. Su directora, Catherine Russell, enfatizó ante el Consejo de Seguridad de la ONU que la vida de un millón de niños depende de una acción inmediata y coordinada: “Estos niños no son combatientes. Están siendo asesinados y mutilados mientras hacen fila por comida y medicinas imprescindibles para su supervivencia”.

Comparaciones regionales: crisis de hambre en otras zonas de conflicto

La crisis alimentaria actual en Gaza, aunque de extrema magnitud, no es un fenómeno inédito en zonas de conflicto. Sin embargo, organismos humanitarios destacan que la rapidez con que se ha deteriorado la seguridad alimentaria aquí no tiene paralelos recientes. En otros escenarios como Yemen, Sudán del Sur y Siria, situaciones prolongadas de bloqueo y guerra han generado hambrunas, pero la combinación de densidad poblacional, cierre casi total de fronteras y destrucción de infraestructura en Gaza la convierte en una “tormenta perfecta” para el colapso humanitario.

A diferencia de otros conflictos, donde suele existir cierto margen de producción agrícola interna y rutas alternativas de ingreso de ayuda, Gaza depende de un puñado de cruces fronterizos bajo control rígido y expuesto a cierres totales, lo que la pone en una posición de vulnerabilidad única frente a la hambruna.

Impacto económico: pobreza extrema y colapso del comercio

Desde el inicio de la intensificación de las hostilidades, la economía de Gaza ha sufrido un colapso casi absoluto. La destrucción de infraestructuras clave y la interrupción de toda actividad comercial han llevado a la población hacia niveles de pobreza extrema. La ONU estima que alrededor del 80% de la población carece de ingresos regulares, cifra que ha empeorado producto de la actual crisis alimentaria.

La escasez de alimentos ha generado una inflación desproporcionada en los productos esenciales. Los comerciantes apenas sobreviven, y la carencia de dinero en efectivo ha reducido aún más la capacidad de compra de la población.

Perspectivas para las próximas semanas

Expertos del WFP y la OMS advierten que, de mantenerse el actual bloqueo y la falta de distribución de asistencia, los niveles de mortalidad continuarán en ascenso. Sin una respuesta internacional coordinada y la apertura de corredores humanitarios, la hambruna podría declararse oficialmente en amplias zonas del enclave antes de que finalice el verano.

El panorama invernal agrega presión adicional, ya que la llegada del calor extremo agrava las enfermedades asociadas a la malnutrición y la falta de agua potable.

Resiliencia y solidaridad local

A pesar de la magnitud de la tragedia, la sociedad civil y voluntarios continúan haciendo esfuerzos para compartir lo poco que queda dentro de Gaza. Redes de solidaridad se han activado en barrios y campamentos, tratando de repartir raciones mínimas entre niños, ancianos y quienes ya no pueden desplazarse. Sin embargo, la magnitud del desafío supera las capacidades locales.

Conclusión: una crisis de hambre “fabricada” y el llamado a la acción

La crisis de hambre severa en Gaza constituye una emergencia humanitaria que, según expertos y organismos internacionales, es plenamente prevenible si se restablece el flujo de ayuda y se garantiza el acceso seguro a la población civil. La historia reciente no registra precedentes de deterioro tan rápido y tan marcado de las condiciones de vida. El mundo observa con preocupación y con la creciente exigencia de que se tomen medidas inmediatas para evitar una catástrofe mayor.

A medida que cada día pasa sin una solución, aumenta el sufrimiento de una población ya al límite de la resistencia. La urgencia es máxima y las consecuencias, irreversibles si no se actúa ya. Las futuras generaciones juzgarán la respuesta ante una de las crisis de hambre más graves del siglo XXI.