El ejército israelí intensifica ofensiva en Gaza y crecen los temores de un desplazamiento masivo
Gaza, 22 de agosto de 2025 – El ejército israelí ha intensificado en las últimas horas sus operaciones militares en la ciudad de Gaza, marcando un nuevo capítulo en uno de los conflictos más prolongados y devastadores de la región de Medio Oriente. Los ataques se han concentrado en barrios densamente poblados, como Sheikh Radwan, donde al menos dos personas murieron y varias resultaron heridas en un reciente bombardeo, según fuentes locales. La escalada ha reavivado los temores de un desplazamiento masivo y ha generado un creciente llamado internacional para frenar la crisis humanitaria que afecta a cientos de miles de civiles atrapados en la Franja.
Una operación militar de gran envergadura
El incremento de las operaciones responde a una decisión del gobierno israelí de avanzar hacia un control más firme sobre Gaza, con particular énfasis en la ciudad que concentra la mayor parte de la población. Fuentes militares en Israel describen el despliegue como una “ofensiva estratégica” dirigida a eliminar infraestructuras consideradas vitales para grupos armados que operan en el enclave.
Testigos en el terreno han informado de intensos bombardeos aéreos, combinados con incursiones terrestres limitadas en zonas periféricas de Gaza Ciudad. El sonido de las explosiones ha resonado durante la noche, obligando a miles de familias a refugiarse en improvisados albergues, escuelas y mezquitas. “Ya no hay un lugar seguro”, indicó Ahmad, un residente del barrio de Zeitoun, en declaraciones recogidas por organizaciones humanitarias.
Crisis humanitaria en cifras alarmantes
La situación humanitaria alcanza niveles críticos. Naciones Unidas y varias agencias internacionales alertan que más de 500.000 residentes enfrentan famine severo, hambruna y desnutrición aguda. El acceso a alimentos, agua potable y medicinas es cada vez más restringido debido al bloqueo y a la destrucción de corredores de ayuda.
Organismos como UNICEF y la Cruz Roja advierten de un aumento en los casos de mortalidad infantil relacionados con la desnutrición y enfermedades prevenibles. “El sistema de salud ha colapsado prácticamente; hospitales y clínicas funcionan sin electricidad suficiente, medicamentos ni equipamiento”, señaló un portavoz de la Organización Mundial de la Salud, enfatizando que gran parte de las víctimas son civiles, incluidos niños y mujeres.
Desplazamiento forzado: un patrón repetido en la historia de Gaza
Las nuevas ofensivas han desatado un flujo de desplazados que recuerda episodios anteriores del conflicto. Desde 2008, cada escalada militar ha dejado a decenas de miles de personas sin hogar. En la guerra de 2014, más de 400.000 palestinos se vieron obligados a abandonar sus viviendas. Ahora, con ataques que llegan al corazón de la ciudad, el éxodo podría superar cifras pasadas.
Historiadores y expertos en migraciones forzadas subrayan que Gaza ya es uno de los territorios con mayor densidad poblacional del planeta, y el impacto de los desplazamientos internos genera una presión insoportable sobre la infraestructura urbana. Familias que abandonan barrios bombardeados suelen llegar a refugios saturados, donde el acceso a lo básico es mínimo y el riesgo de epidemias, alto.
Reacciones internacionales y presiones diplomáticas
La comunidad internacional ha expresado preocupación por el rápido deterioro de la situación. La Unión Europea, a través de un comunicado, llamó a respetar el derecho internacional humanitario y pidió la apertura de corredores seguros para el paso de ayuda alimentaria y médica. Por su parte, el secretario general de la ONU reiteró su advertencia de que Gaza se acerca “al borde de un colapso humanitario irreversible”.
Potencias regionales como Egipto y Jordania también han intensificado esfuerzos diplomáticos para detener la escalada, conscientes de que un conflicto prolongado en Gaza puede desestabilizar aún más la región. Sin embargo, hasta el momento, los intentos de mediación no han logrado concretar un alto el fuego.
Comparaciones con otros conflictos regionales
Expertos en seguridad regional señalan que la ofensiva en Gaza comparte rasgos con otras operaciones militares urbanas de los últimos 20 años en Medio Oriente. Al igual que en Mosul, durante la campaña contra el autodenominado Estado Islámico en Irak (2016-2017), el asedio a áreas urbanas densamente pobladas conlleva un alto costo civil y una devastación prolongada. En Siria, ciudades como Alepo sufrieron crisis humanitarias similares, con grandes desplazamientos y severa destrucción de infraestructura.
Gaza, sin embargo, presenta un contexto más complejo: carece de corredores de salida hacia otros países y se encuentra bajo un bloqueo prolongado que limita el ingreso de bienes esenciales. Esto coloca a su población en una situación aún más vulnerable que la observada en otros escenarios bélicos de la región.
Impacto económico y social del asedio
Más allá de la tragedia humanitaria, la ofensiva tiene consecuencias económicas significativas. La infraestructura productiva de Gaza, ya debilitada tras años de bloqueos y enfrentamientos, ha sufrido nuevos daños. Fábricas, mercados y áreas agrícolas han sido alcanzados por ataques, lo que compromete aún más el empleo y la estabilidad social.
Economistas locales indican que el desempleo, que ya superaba el 45%, podría dispararse a niveles sin precedentes, con un impacto especialmente duro sobre mujeres y jóvenes. La pérdida de capacidad económica no solo afecta la vida cotidiana, sino que erosiona la sostenibilidad de cualquier posible reconstrucción futura. La dependencia de la ayuda internacional, que ya era alta, se intensifica ahora, en un escenario donde la llegada de suministros es extremadamente limitada.
Voces desde el terreno: testimonios de civiles
En medio de la violencia y la incertidumbre, las voces de los habitantes de Gaza reflejan el drama humano. Umm Khalil, madre de cinco hijos, relató a voluntarios humanitarios cómo abandonó su hogar después de que una bomba impactara a pocas calles de su casa. “Caminamos durante horas, cargando solo lo que podíamos llevar. Ahora dormimos en el suelo junto a decenas de familias más. Mis hijos tienen hambre todo el tiempo”, expresó.
Otro testimonio, recogido en el barrio de Rimal, describe el miedo cotidiano a la destrucción: “Cada noche escuchamos los aviones. No sabemos si veremos el amanecer”.
Perspectivas a corto plazo
La intensidad de los combates en Gaza Ciudad no muestra señales de disminuir. Analistas militares temen que la siguiente fase de las operaciones incluya incursiones terrestres más profundas y combates cuerpo a cuerpo en zonas residenciales, lo que podría elevar significativamente el número de víctimas civiles.
El futuro inmediato dependerá, en gran medida, de la capacidad de la comunidad internacional de presionar por un cese de hostilidades y de la disposición de Israel y los grupos armados palestinos a aceptar mediaciones. Mientras tanto, los civiles continúan cargando con el peso mayor de un conflicto sin fin visible.
Conclusión: un punto de inflexión en la guerra
La intensificación de la ofensiva israelí en Gaza Ciudad marca un punto de inflexión en el conflicto. La combinación de bombardeos, desplazamientos forzados y una crisis humanitaria en expansión proyecta un panorama sombrío para los próximos meses. La comparación con escenarios previos subraya que Gaza enfrenta una de sus horas más difíciles, en medio de un cerco que reduce al mínimo la posibilidad de asistencia y supervivencia digna.
El mundo observa con preocupación, pero para los más de dos millones de habitantes de la Franja, la realidad cotidiana trasciende los comunicados diplomáticos: es una lucha desesperada por el alimento, el refugio y, en última instancia, por la vida misma.
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