Kiev sufre el mayor ataque de misiles y drones rusos desde el inicio de la guerra

Kiev, Ucrania – La capital ucraniana vivió la noche más intensa desde el comienzo de la invasión rusa, tras ser blanco de un asalto aéreo masivo entre la noche del 3 y la madrugada del 4 de julio de 2025. Según las autoridades ucranianas, Rusia lanzó 539 drones y 11 misiles sobre Kiev en una ofensiva que se prolongó durante siete horas, dejando al menos 23 heridos y provocando graves daños en múltiples distritos de la ciudad.

El ataque, calificado por funcionarios como el mayor registrado hasta la fecha, desató incendios y explosiones secundarias, probablemente vinculadas al impacto en un depósito de municiones. Las sirenas antiaéreas sonaron durante horas, mientras el cielo nocturno se iluminaba con las explosiones y el humo cubría amplias zonas urbanas. Equipos de emergencia trabajaron sin descanso entre los escombros y calles bloqueadas, y varias estaciones de metro se convirtieron en refugio improvisado para miles de residentes.

El alcalde de Kiev confirmó que 14 de los heridos requirieron hospitalización. Al menos cinco barrios sufrieron daños en viviendas y edificios civiles, mientras que el transporte público se vio gravemente interrumpido, con cierres de estaciones y bloqueos en arterias principales.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, condenó el ataque y lo calificó de “masivo y cínico”, subrayando que Rusia sigue demostrando su intención de sembrar el terror y negarse a cesar las hostilidades. El asalto se produjo pocas horas después de una conversación telefónica entre el presidente estadounidense Donald Trump y el presidente ruso Vladímir Putin, aunque no existe evidencia de una relación directa entre ambos eventos.

Las fuerzas de defensa aérea ucranianas informaron que lograron derribar la mayoría de los drones y misiles, pero la magnitud del ataque superó los registros previos y dejó a la población en alerta máxima.

El bombardeo coincide con el anuncio de Estados Unidos de retrasar la entrega de sistemas de defensa aérea Patriot y otros equipos militares prometidos a Ucrania, lo que ha generado preocupación sobre la capacidad de la capital para resistir futuros ataques de esta envergadura.