Moderna cancela construcción de fábrica de ingredientes activos de vacuna mRNA en Japón ante preocupaciones de seguridad
Moderna detiene su inversión en Kanagawa: panorama y razones
Moderna, la reconocida biotecnológica estadounidense, anunció el 17 de julio de 2025 la cancelación de su proyecto para construir una fábrica de ingredientes activos de vacunas de ARN mensajero (mRNA) en la prefectura de Kanagawa, Japón. La decisión se produce en un momento de escrutinio creciente sobre la tecnología mRNA, tras nuevas discusiones entre expertos en salud y científicos acerca de sus posibles riesgos de seguridad a largo plazo. Este suceso genera dudas sobre el futuro de la producción y exportación de vacunas innovadoras en Japón, un país que había apostado fuerte por la biotecnología tras la pandemia de COVID-19.
Contexto histórico: la irrupción y expansión de las vacunas mRNA
Desde el inicio de la pandemia de COVID-19 en 2020, las vacunas de mRNA —especialmente las desarrolladas por Moderna y Pfizer-BioNTech— revolucionaron la respuesta sanitaria global. Basadas en una tecnología que utiliza ARN mensajero para instruir a las células humanas a producir proteínas específicas e inducir una respuesta inmunológica, estas vacunas fueron aprobadas y distribuidas rápidamente en decenas de países, salvando millones de vidas y acelerando el regreso a una relativa normalidad social y económica.
En Japón, tras una lenta adopción inicial, la vacunación masiva se consolidó como pilar contra el SARS-CoV-2. Sin embargo, a partir de 2022, surgieron debates públicos y científicos sobre la necesidad de plantas de fabricación locales y la transferencia de tecnología para garantizar la seguridad y autonomía sanitaria del país. El ambicioso plan de Moderna, valorado en cientos de millones de dólares, se presentó en 2023 como una solución a la dependencia de importaciones y posibles cuellos de botella logísticos.
Motivos de la cancelación: incertidumbre y preocupaciones de seguridad
Moderna comunicó que su decisión de detener la construcción de la planta en Kanagawa responde, en parte, a las crecientes interrogantes sobre la seguridad a largo plazo de la tecnología mRNA. En el último año, diversas publicaciones médicas y foros internacionales abordaron la hipótesis de que ciertas secuencias de ARN mensajero, una vez administradas como vacuna, podrían ser objeto de transcripción inversa y afectar el genoma humano.
Si bien una parte significativa de la comunidad biomédica sostiene que las vacunas mRNA no pueden modificar el ADN y que sus componentes se degradan rápidamente tras cumplir su función inmunológica, otros expertos destacan estudios preliminares que sugieren la posibilidad de cambios genéticos, especialmente en modelos celulares bajo condiciones in vitro. Estas discusiones, aunque inconclusas, han cobrado fuerza mediática y han llevado a que autoridades regulatorias y compañías farmacéuticas sean más cautelosas.
La controversia se amplificó tras las declaraciones del Secretario de Salud de Estados Unidos en años recientes, quien expresó reservas sobre la seguridad de las vacunas mRNA, sobre todo en poblaciones pediátricas y grupos de riesgo. Estas declaraciones coincidieron con un momento en que la aprobación de vacunas para niños vulnerables estaba bajo intenso análisis público y científico.
Impacto económico: caída de acciones y revisión de inversiones
La noticia de la cancelación en Japón fue seguida de una caída inmediata en el valor de las acciones de Moderna, que cerraron en $34,01, evidenciando un descenso del 1,90% en medio de la incertidumbre provocada por la decisión y el debate sobre la seguridad de la tecnología mRNA. Este bajón bursátil reflejó la inquietud de los inversores no solo ante el freno a las operaciones en Asia, sino también ante la posibilidad de que otras regiones revisen sus acuerdos de producción local.
El cese del proyecto en Kanagawa no solo representa un revés para Moderna, sino también un golpe estratégico para Japón, que busca consolidar su autonomía en la producción de biotecnológicos de última generación. La planta habría significado la generación de cientos de empleos de alta especialización, la transferencia de tecnología avanzada, y una fuente estable de suministros para campañas de vacunación futuras, tanto dentro como fuera del país.
El repliegue de Moderna en Japón coincide además con una suspensión similar en Kenia, donde la farmacéutica también ha pausado la construcción de una fábrica de vacunas mRNA tras registrar pérdidas millonarias y una brusca caída en la demanda de vacunas tras el fin de la emergencia sanitaria global. Estos movimientos perfilan un reajuste global del sector biotecnológico, marcado por la volatilidad de la demanda y la necesidad de evaluar cuidadosamente la viabilidad a largo plazo de inversiones físicas en nuevas regiones.
Comparaciones regionales: Japón frente a Estados Unidos, Europa y África
La decisión de Moderna contrasta con la dinámica de otros mercados. En Estados Unidos y Europa, la tecnología mRNA mantiene una adopción robusta —principalmente en vacunas contra COVID-19 y experimentos para combatir otras enfermedades infecciosas y tipos de cáncer— a pesar de esporádicos debates sobre seguridad y ética. En Estados Unidos, sin embargo, la administración federal ha mostrado señales de cierto escepticismo y escrutinio adicional: recientemente, el Departamento de Salud y Servicios Humanos canceló contratos significativos para el desarrollo de vacunas mRNA orientadas a nuevas amenazas pandémicas, aduciendo preocupaciones científicas y éticas.
En África, la reciente paralización de la fábrica de Moderna en Kenia expone un escenario de sobrecapacidad y disminución drástica en la demanda, tras el abrupto final de las compras masivas de vacunas. Esto pone de relieve la vulnerabilidad de las inversiones en infraestructura biotecnológica cuando dependen fuertemente de contratos gubernamentales y de la percepción pública sobre la seguridad de nuevas tecnologías.
En el caso de Japón, el impacto es particularmente notorio por tratarse de un país que ha invertido fuertemente en las dos últimas décadas para modernizar su industria farmacéutica y ganar autonomía estratégica. Sin embargo, esta cancelación podría llevar a una revisión profunda de las políticas de atracción de inversiones en biotecnología y a un refuerzo del marco regulatorio y de consulta pública antes de aprobar megaproyectos de esta envergadura.
Reacciones sociales y expectativas futuras
El anuncio ha polarizado a la opinión pública japonesa. Mientras que parte de la comunidad científica y tecnológica lamenta la oportunidad perdida en términos de innovación y empleo especializado, otros sectores sociales y asociaciones de pacientes exigen una reflexión profunda sobre la necesidad de implementar medidas de cautela máxima al tratarse de tecnologías de rápida evolución y aún bajo investigación activa.
La cancelación también ha avivado el debate global sobre la transparencia y comunicación de riesgos por parte de los desarrolladores de vacunas y de las autoridades regulatorias. El futuro de la tecnología mRNA en Japón dependerá de la capacidad del sector público y privado para generar consensos sólidos respaldados por evidencia científica clara, junto al fortalecimiento del monitoreo y la vigilancia post-comercialización de vacunas.
Perspectivas internacionales: el futuro de las vacunas mRNA
A pesar de los desafíos actuales, la tecnología mRNA sigue representando una de las apuestas más prometedoras para enfrentar futuras pandemias y enfermedades emergentes. La comunidad científica internacional subraya que la investigación debe continuar, reforzando los sistemas de vigilancia de seguridad y la transparencia en los procesos regulatorios.
El caso de Moderna en Japón constituye una advertencia sobre los riesgos de la incertidumbre científica y la importancia de políticas públicas flexibles que permitan adaptarse rápidamente a cambios en la percepción, la demanda y los avances científicos. Japón, como muchos otros países, deberá equilibrar la prudencia regulatoria con el impulso necesario para no quedarse rezagado en la carrera global por la biotecnología avanzada.
Conclusiones
La cancelación del proyecto de Moderna en la prefectura de Kanagawa marca un punto de inflexión en la estrategia biotecnológica de Japón y envía señales relevantes para el resto del mundo. La evolución del debate sobre las vacunas mRNA, su seguridad y su papel en la salud pública tendrá repercusiones no solo económicas y tecnológicas, sino también sociales y regulatorias durante los próximos años.