Fundación Humanitaria de Gaza enfrenta críticas y caos en la distribución de ayuda
La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), respaldada por Estados Unidos e Israel y creada en febrero de 2025 para entregar ayuda humanitaria en Gaza, ha generado una ola de críticas por parte de Naciones Unidas y organizaciones internacionales tras el inicio de sus operaciones el 26 de mayo. El objetivo de la GHF es distribuir alimentos y suministros en una Franja de Gaza asolada por el bloqueo israelí, donde el 93% de la población sufre inseguridad alimentaria aguda. Sin embargo, la iniciativa se ha visto empañada por graves problemas operativos y denuncias de politización de la ayuda.
Críticas por parcialidad y militarización
La GHF opera cuatro centros de distribución, principalmente en el sur de Gaza, pero ha sido duramente criticada por su alcance limitado y por depender de contratistas privados de seguridad estadounidenses. Naciones Unidas y las principales ONG humanitarias denuncian que este modelo viola los principios de imparcialidad, neutralidad e independencia, y advierten que la concentración de la ayuda en puntos específicos podría facilitar desplazamientos forzados de la población.
El caos en los centros de distribución ha dejado un saldo trágico: desde el inicio de las operaciones, más de 130 palestinos han muerto y cientos han resultado heridos por disparos de fuerzas israelíes cerca de los sitios de la GHF, según testigos y fuentes médicas locales. El ejército israelí reconoce haber disparado "tiros de advertencia" a quienes se desviaban de las rutas designadas, pero niega haber disparado directamente contra la multitud.
Dimisión y cambios en la dirección
Jake Wood, exdirector ejecutivo de la GHF y exmarine estadounidense, renunció el 25 de mayo, un día antes del lanzamiento oficial, alegando que la fundación no podía cumplir con los principios humanitarios básicos. El 3 de junio, Johnnie Moore, líder evangélico y exasesor de la administración Trump, asumió la presidencia de la organización.
Rechazo de la ONU y agencias internacionales
La ONU y agencias como el Programa Mundial de Alimentos han rechazado colaborar con la GHF, señalando que la nueva estructura permite a Israel controlar quién recibe la ayuda y obliga a la población a desplazarse a centros específicos, lo que incrementa el riesgo de desplazamientos masivos. "La ayuda humanitaria no debe ser politizada ni militarizada. Esto erosiona la neutralidad necesaria para garantizar que la asistencia se entregue únicamente en función de la necesidad", afirmó el Comité Internacional de la Cruz Roja.
Amnistía Internacional y expertos en derecho internacional advierten que el modelo de la GHF es "inadecuado" y "consistente con intereses israelíes y estadounidenses en el desplazamiento de la población civil bajo ocupación", lo que podría constituir un crimen de guerra.
Crisis humanitaria sin precedentes
La situación humanitaria sigue deteriorándose: el Ministerio de Salud de Gaza reporta 54,880 muertes desde octubre de 2023. Las agencias de la ONU insisten en que solo una operación humanitaria masiva, liderada por entidades con experiencia como UNRWA, puede responder a la magnitud de la crisis. "No existe otra entidad con la capacidad de entregar la escala y el alcance de la asistencia que los 2.2 millones de habitantes de Gaza necesitan urgentemente", subrayó Naciones Unidas.
Mientras la violencia persiste y la ayuda sigue siendo insuficiente, crecen las demandas internacionales para que Israel levante el bloqueo y permita el acceso sin restricciones a la ayuda humanitaria a través de canales reconocidos y neutrales.