Tesla enfrenta volatilidad bursátil tras lanzamiento de robotaxi y caída en entregas
30 de junio de 2025 – Las acciones de Tesla, Inc. (TSLA) atraviesan una etapa de volatilidad marcada tras el reciente lanzamiento de su servicio de robotaxi en Austin, Texas. Los títulos de la compañía cayeron un 1% en operaciones previas a la apertura del mercado este lunes, sumándose a una baja del 0,6% el viernes y acumulando una pérdida del 19,8% en lo que va del año.
El debut del robotaxi, basado en la tecnología de conducción autónoma con cámaras y sin sensores lidar o radar, generó una reacción tibia en Wall Street. Aunque algunos analistas destacan el potencial de esta estrategia por su escalabilidad y bajo costo, la atención de los inversionistas sigue centrada en los desafíos operativos y la caída de la demanda en el negocio principal de Tesla.
Las estimaciones de entregas para el segundo trimestre rondan las 366.000 unidades, lo que representa una disminución interanual de entre el 13% y el 20%, según diferentes proyecciones. Esta cifra contrasta con los 444.000 vehículos entregados en el mismo periodo de 2024 y está muy por debajo de las previsiones iniciales para 2025, que superaban las 500.000 unidades. El descenso se atribuye a la creciente competencia, la pérdida de atractivo de la gama actual de vehículos y la posible reducción de incentivos fiscales para autos eléctricos en Estados Unidos y Europa.
Pese al contexto adverso, Tesla logró entregar el primer Model Y completamente autónomo antes de lo previsto, lo que ha generado cierto optimismo entre algunos inversores. Además, la solidez de la caja de la empresa, estimada entre 33.000 y 35.000 millones de dólares, le otorga margen para seguir invirtiendo en innovación y en el desarrollo de su programa de robotaxis.
La opinión de los analistas permanece dividida: 24 casas de bolsa recomiendan comprar, 19 mantener y 11 vender. Benchmark elevó su precio objetivo para la acción a 475 dólares, impulsado por el entusiasmo en torno al robotaxi, mientras que otros expertos advierten sobre una posible sobrevaloración y riesgos estructurales ante el declive del negocio tradicional.
A pesar del potencial a largo plazo del robotaxi –con previsiones de ingresos que podrían alcanzar entre 115.000 y 700.000 millones de dólares para 2040–, los inversores muestran cautela ante los retos regulatorios y la incertidumbre sobre la adopción masiva de la tecnología en el corto plazo.